SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
Fotogramas
por Roger Salvans
"Ideal para los que siempre han deseado ver en el chiringuito un "mashup" de Tiburón, Saw y El silencio de los corderos"
La crítica completa está disponible en Fotogramas
Cinemania
por Philipp Engel
"Sean Byrne se marca una función que llena la sala, si lo está, de gritos y aplausos. Así que mejor no dejarla pasar, que verla en casa siempre es más triste. Podría haber sido una obra maestra de Serie B, a lo 'Freeway-sur-mer', aunque hubieran hecho falta unos jóvenes Matthew Bright, Kiefer Sutherland y Reese Whiterspoon. Pero está ahí-ahí".
La crítica completa está disponible en Cinemania
El Mundo
por Luis Martínez
"La estrategia de Dangerous animals consiste básicamente en subrayar y hacerse fuerte donde por regla general el cine de su rango, género y condición acostumbra a pasarse en la cocción. Se trata no solo de confeccionar unos atractivos momentos de tensión sangrienta y supurante (que también), sino de dibujar unos personajes lo suficientemente perversos e interesantes para que primero nos inquieten y luego, llegado el caso, nos obsesionen incluso".
La crítica completa está disponible en El Mundo
El País
por Elsa Fernández-Santos
"Es gore y, por momentos, aterradora, aunque adolece de falta de tensión. Todo está aderezado con dosis de humor demasiado autoconscientes y ramalazos de acción a cargo de un personaje femenino fuerte, en la piel de Hassie Harrison, cuyo instinto de supervivencia le permitirá mantener un tú a tú con el fornido Courtney".
La crítica completa está disponible en El País
El Periódico
por Desireé de Fez
"Sean Byrne opta por una rama del terror especialmente apetecible en verano: el cine de terror acuático. Lo hace en una propuesta híbrida: mitad pesadilla con criaturas acuáticas y mitad película de psicópatas. La combinación es simpática, y la premisa que utiliza para armar la mezcla es ingeniosa. Byrne confirma, además, una devoción genuina por el cine de terror, algo que se nota en sus referencias y en que no usa subterfugios".
La crítica completa está disponible en El Periódico
La razón
por Sergi Sánchez
"Más allá de esa violenta peculiaridad, sorprende que Sean Byrne no le saque más partido al espacio flotante del barco. Es evidente que su película tiene en la puesta en escena una asignatura pendiente. La tiene, también, en el guion: en su impaciencia por atrapar la atención del espectador en un prólogo impactante, pone sus cartas sobre la mesa a los diez minutos de proyección".
Fotogramas
"Ideal para los que siempre han deseado ver en el chiringuito un "mashup" de Tiburón, Saw y El silencio de los corderos"
Cinemania
"Sean Byrne se marca una función que llena la sala, si lo está, de gritos y aplausos. Así que mejor no dejarla pasar, que verla en casa siempre es más triste. Podría haber sido una obra maestra de Serie B, a lo 'Freeway-sur-mer', aunque hubieran hecho falta unos jóvenes Matthew Bright, Kiefer Sutherland y Reese Whiterspoon. Pero está ahí-ahí".
El Mundo
"La estrategia de Dangerous animals consiste básicamente en subrayar y hacerse fuerte donde por regla general el cine de su rango, género y condición acostumbra a pasarse en la cocción. Se trata no solo de confeccionar unos atractivos momentos de tensión sangrienta y supurante (que también), sino de dibujar unos personajes lo suficientemente perversos e interesantes para que primero nos inquieten y luego, llegado el caso, nos obsesionen incluso".
El País
"Es gore y, por momentos, aterradora, aunque adolece de falta de tensión. Todo está aderezado con dosis de humor demasiado autoconscientes y ramalazos de acción a cargo de un personaje femenino fuerte, en la piel de Hassie Harrison, cuyo instinto de supervivencia le permitirá mantener un tú a tú con el fornido Courtney".
El Periódico
"Sean Byrne opta por una rama del terror especialmente apetecible en verano: el cine de terror acuático. Lo hace en una propuesta híbrida: mitad pesadilla con criaturas acuáticas y mitad película de psicópatas. La combinación es simpática, y la premisa que utiliza para armar la mezcla es ingeniosa. Byrne confirma, además, una devoción genuina por el cine de terror, algo que se nota en sus referencias y en que no usa subterfugios".
La razón
"Más allá de esa violenta peculiaridad, sorprende que Sean Byrne no le saque más partido al espacio flotante del barco. Es evidente que su película tiene en la puesta en escena una asignatura pendiente. La tiene, también, en el guion: en su impaciencia por atrapar la atención del espectador en un prólogo impactante, pone sus cartas sobre la mesa a los diez minutos de proyección".