Dos jóvenes de clases sociales opuestas coinciden en un internado destinado a reformar a la "mujer caída", donde el castigo y la represión sustituyen al cuidado. En este entorno hostil, ambas crean un vínculo inesperado mientras enfrentan juntas la dureza de un sistema que busca doblegar su voluntad.
A través de sus experiencias, la película muestra la crueldad y la injusticia de estas instituciones, por las que se estima pasaron unas 40.000 mujeres. Con una mirada crítica, se muestra el impacto de una estructura que marcó a varias generaciones.