Después de recibir un trasplante de corazón, Manuel comienza a experimentar un cambio profundo en su personalidad. Siente emociones y deseos que no le son propios, lo que lo lleva a desarrollar una inquietante curiosidad por la identidad de su donante. Movido por una necesidad creciente de comprender lo que le ocurre, empieza a investigar la vida del hombre que le salvó la suya. Esta búsqueda lo conduce hasta Vale, la viuda del donante, y al entorno cercano de este. A medida que se adentra en sus vidas, los límites entre la memoria, el duelo y la identidad se desdibujan, poniendo en juego sus propias emociones y decisiones. La historia explora temas como la conexión entre cuerpo y alma, el legado emocional y la posibilidad de que algo del espíritu del donante viva en quien recibe el órgano.