Una antropóloga atraviesa una profunda crisis de identidad tras quedarse como la única sobreviviente de una familia que alguna vez fue numerosa. Mientras estudia antiguos símbolos místicos y huellas humanas grabadas en piedra, su investigación se convierte en un reflejo de su vida interior y de todo lo que está pasando.
A medida que avanza en su trabajo, los hallazgos arqueológicos se entrelazan con sus recuerdos, revelando el peso de la soledad, la pérdida y la necesidad de reconstruir su sentido de pertenencia.