Un chileno se convierte en el centro de la atención mediática y en protagonista de una investigación nacional tras presentar un boleto de lotería dañado que asegura ser el ganador de un millonario premio gordo. La polémica crece cuando surgen dudas sobre la validez del boleto y la transparencia del sistema, generando un intenso debate público.
Entre la presión de la opinión popular, la intervención de las autoridades y el escrutinio de los medios, el caso muestra ambición, sospechas y la fragilidad de la suerte.