Colin, un alumno distraído, se refugia en sus pensamientos durante una clase de matemáticas, rodeado de personajes imaginarios que le aportan consuelo. Cuando el profesor le llama a la pizarra, queda atrapado en su ensoñación.
De una lágrima surge uno de sus amigos imaginarios, que lo conduce a descubrir la belleza del mundo exterior y los pequeños detalles que lo hacen fascinante. Este viaje onírico le otorga fuerza y esperanza, permitiéndole regresar a la realidad con una mirada renovada y más abierta hacia la vida.