Últimas opiniones sobre Calle sin salida

Desde sus inicios en el cine mudo William Wyler fue un director y cineasta destacado y que luego más tarde se convirtió en uno de los mejores de la era dorada de Hollywood. Y el hecho de ser destacado y diferente al resto (que fue lo que lo hizo brillar) parte de dos características que tenía el gran Wyler: La primera y más notable es su gran ambición, y la segunda que tiene como raíz a la primera es su perfeccionismo y la obligación en su mismo de llevar sus películas en cualquier género a la mayor calidad posible de ellas. Desde intentar tener a los mejores actores posibles, a intentar hacer obras maestras en cada género cinematográfico o por lo menos en los que más atraían a Wyler.
Uno de ellos fue el cine de gangters, en el que Wyler como otros muchos directores en la época intenta retratar a la perfección la pobreza extrema y delincuencia constante en los barrios más remotos de las grandes ciudades de Estados Unidos tras la Gran Depresión.
Como no está gran película sobre la cruda realidad de América en los años treinta tenía que tener el toque mágico de calidad de William Wyler. Conteniendo así la película un reparto increíble para la época y de los mejores para mi de por aquél entonces, con actores y actrices de la talla de Sylvia Sidney, Humphrey Bogart, Joel McCrea y Claire Trevor, así como la famosa banda de jóvenes actores en su debut de "The Dead End Kids".
El film logra su cometido y consigue capturar a la perfección esa cruda realidad de los Estados Unidos en la década de los años treinta.
No hace falta que diga que las interpretaciones son magnificas.
La trama narra la historia de Babyface Martin (Humphrey Bogart), un gangter muy peligroso y buscado por todo el país que tras una operación facial vuelve escondido y en incógnito a su barrio donde creció, con el objetivo de saludar a su madre y a su ex novia. Allí y sin quererlo se encuentra con Dave (Joel McCrea), un antiguo amigo de su infancia y que si logro terminar los estudios el cual esta en la miseria tras no salirle ningun encargo como arquitecto.
Dave esta enamorado de dos chicas: De Kay (Wendy Barrie), una joven adinerada que está prometida pero que se ve a escondidas con Dave. Y de Drina Gordon (Sylvia Sidney), una joven que conoce desde la infancia la cual también siempre ha estado enamorada de él, y la cual se pasa todo el día trabajando para poder vivir y mantener a su familia.
Una obra magnífica y cruda de un director absolutamente único.