John Ford no se llevaba nada bien con Shirley Temple, y con frecuencia se burló de su actuación.
Esta fue la última película de Henry Fonda antes de que le metiesen en la lista gris por su activismo político de izquierdas.
Shirley Temple, en uno de sus primeros papeles de adulta, estaba embarazada durante el rodaje. Estuvo muy preocupada de montar a caballo o usar el corsé demasiado apretado porque podría inducir aborto involuntario.
El director de fotografía Archie Stout, se peleaba con John Ford con frecuencia e incluso, se negó a rodar algunas escenas de la manera que Ford quería.