Crítica de SensaCine.com para Conspiración en la sombra: Conspiraciones de andar por casa

El director greco-italiano George P. Cosmatos alcanzó fama durante la década de los 80 debido a su afición esteticista por las escenas de acción complejas e hiperbolizadas, que normalmente se encuadraban en películas con guiones de escaso fuste dramático. Es decir, que sus formas cinéticas estaban muy por encima de desmanes argumentales como 'Rambo: Acorralado Parte II' (1985) o 'Cobra, el brazo fuerte de la ley' (1986). La verdad es que en 'Conspiración en la sombra', que fue la última película de su carrera debido al estrepitoso fracaso crítico y financiero que supuso (el cineasta moriría ocho años después víctima de un cáncer de pulmón), ni siquiera podemos encontrar alguno de esos momentos de virtuosismo en planificación o montaje, pues se trata de un thriller de pretendida acción política muy por debajo de las posibilidades lúdicas del subgénero "hay que detener el asesinato del Presidente de EE UU". La realización de Cosmatos, otrora ambiciosa, se mantiene anclada en cansinos primeros planos, a veces montados de forma esquizofrénica, que no ayudan a disimular la simplicidad preescolar del guión.

A favor: La espiral de acumulación "bola de nieve" en la que se convierte la primera persecución de Charlie Sheen.

En contra: Tiene ideas y soluciones de telefilme de tercera división.