En los créditos finales, se da las gracias a Harvey Keitel que, aunque no estuvo involucrado en el rodaje, sí que realizó la llamada necesaria para que Tim Roth se quedase en este proyecto y no se fuese a una película que le ofrecía más sueldo. Harvey le aseguró que no eligiese el dinero, que eligiese la película que más le gustase. Y Roth se quedó en esta.