Crítica de SensaCine.com para Cuestión de honor: La familia y otros demonios

Los ambientes y temas que sobrevuelan este filme de Gavin O'Connor, protagonizado por una familia de oficiales de policía, no dejan de traernos a la mente a James Gray. En 'Cuestión de honor' Ray (Edward Norton) se encarga de investigar la matanza de cuatro policías en Washington Heights, una zona asignada a su hermano Francis. Cuando Ray descubre indicios de corrupción es presionado por la familia para mantenerlo en secreto, ya que la responsabilidad recaería sobre su hermano.

En las casi dos horas que dura 'Cuestión de honor', hay muchos momentos ridículos, otros desperdiciados. Al filme se le perdonan muchas cosas por el casting y las buenas interpretaciones de sus protagonistas. Pero se trata de un filme muy vago, que se pierde en excesos, en situaciones totalmente innecesarias y que, ni siquiera como asfixiante drama familiar, logra a estar a la altura.

A favor: John Voight.

En contra: Todas las escenas con los mejicanos son, sencillamente, infumables.