Crítica de SensaCine.com para Persecución extrema: Rancho

Ridícula, risible, de usar y tirar, mero subproducto... Son duros calificativos que más de una persona no dudará en lanzar sobre 'Persecución extrema' (qué pena que en España hayamos perdido la oportunidad de conocerla tan contundente y directa como 'El marine'). No caeremos en la tentación de considerarlos desencaminados, pero, desde luego, algo desviados de lo verdaderamente importante sí que están. El film dirigido por John Bonito (sic), con producción de la WWE y protagonizado por el luchador John Cena (un enorme bigardo, todo músculo bruto y cero expresividad), no flaquea en ninguno de los puntos que se le deben exigir.

En efecto, es una cinta de acción B, con argumento unidireccional y mononeuronal (unos criminales secuestran en su huida a la mujer del marine John Trito, que los persigue incansable hasta darles caza y despacharlos uno a uno). Una vez asumido eso, la película cumple en lo que tiene que cumplir: encarrila distintas situaciones en las que Cena puede demostrar su fuerza bruta, tiene buenas peleas, persecuciones automovilísticas de gran nivel y exageradas explosiones pirotécnicas a la manera artesanal, sin CGI. Los malos son grotescamente malvados (empezando por el arqueacejas Robert Patrick), las mujeres tienen los labios siempre húmedos con exceso de lip gloss y situaciones como ver al conductor de un coche sin parabrisas protegiéndose de disparos sujetando un chaleco antibalas delante de la cara mientras conduce a gran velocidad no resultan fuera de lugar. Cine de combustión inmediata, de acuerdo, pero también de satisfacción inmediata.

A favor: Un esbirro diciéndole a Robert Patrick que John Cena parece Terminator.

En contra: El papel del gangster negro intenta ser tan cómico que da la vuelta sobre sí mismo.