Gal

Manuel Mallo y Marta Castillo son dos redactores de unos 30 años que llevan años investigando los atentados de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) cometidos en suelo francés contra miembros de ETA entre 1983 y 1987. Marta, a punto de contraer matrimonio con el "hombre perfecto" es una joven ordenada, calculadora y diligente, que además de ejercer el periodismo prepara su tesis universitaria. Manuel, por su parte, es todo lo contrario: impulsivo, visceral y temperamental, su vida es caótica; acaba de separarse, tiene una hija de corta edad y sueña con escribir novelas. Sin embargo, a pesar de sus antagonismos, ambos se complementan de maravilla y han tenido importantes éxitos desvelando desde las páginas del periódico tramas de corrupción y terrorismo. Ambos se ven sorprendidos por el hecho que tras un año sin atentados de los GAL, la organización terrorista reaparece asesinando a un joven vasco. La víctima, Juan Pedro Pérez Urrutia, era un vasco residente en Francia que había huido de España tras desertar del servicio militar, pero carente de cualquier vínculo con el movimiento separatista. En esta situación reciben el primer soplo de quien será su garganta profunda en la reapertura de la investigación a partir de ese momento, un individuo de acento francés que por teléfono se identifica como Antoine. Les ha enviado por correo una foto de los autores del atentado y se ofrece para ayudarles a demostrar las implicaciones de Ariza en la dirección de los GAL, y de su lugarteniente, Marcel Molina, que hasta el momento no había sido identificado. Marta y Manuel cuentan lo sucedido al director del periódico, Pablo Codina, y le convencen de la necesidad de arriesgarse acudiendo a San Juan de Luz, donde les ha citado Antoine. Convienen que si la fuente es buena una auténtica garganta profunda puede dar un vuelco al caso. En San Juan de Luz, se encuentran con Antoine, que les explica que es un colaborador de los GAL descontento con el comportamiento de Ariza en el asunto, y les da las indicaciones necesarias para llegar a un zulo de los GAL donde obtener las pruebas que necesitan para probar la implicación de los policías. A partir de lo que encuentran en el zulo tratarán Marta y Manuel destapan todo el entramado del caso.