Cuando los directores David Leaf y John Scheinfeld intentaron llevar a cabo el proyecto en los 90 no tuvieron demasiado éxito. Sin embargo, después del 11 de septiembre y la Guerra de Irak, las voces de las personalidades del espectáculo empezaron a sonar con fuerza, viéndose envueltos en una situación que Lennon había vivido años atrás. Leaf recuerda: "Vivimos lo que pasó cuando Bill Maher, las Dixie Chicks y otros famosos expresaron su opinión con respecto a la guerra o al Presidente. Pensamos que si contábamos una historia que había ocurrido 35 años atrás podríamos realizar una película que resultara oportuna para el diálogo de América en nuestros días".
La gran mayoría de las canciones del documental (37 de 40) pertenecen a Lennon, después de pertenecer a Los Beatles que, además de guiar la narrativa, añaden comentarios. Leaf dijo: "Las canciones permiten que John hable a través de la música acerca de lo que siente y piensa en determinado momento".
Yoko Ono, esposa de Lennon, permitió a los directores del documental un acceso total a los archivos de la pareja, compartiendo materiales audiovisuales que nunca antes habían visto la luz. Además, Ono colaboró en diversas entrevistas en las que, además de evocar sus recuerdos con Lennon y su lucha por la paz, explicó el duro proceso al que le sometió el gobierno de los Estados Unidos.