Opiniones sobre Las uvas de la ira

Esta frase es del propio John Ford, ¡y qué bien ejemplifica lo que es Henry Fonda en esta película! El actor está inmenso, pero vayamos por partes.

“Las uvas de la ira” es un filme que, todavía hoy en día, y por desgracia (entiéndaseme este malestar), sigue vigente. Han pasado 80 años y la situación que se refleja en la película, en esencia, todavía es palpable en la actualidad. Sin embargo, no voy a entrar en el juego de trazar la analogía entre la situación de los Joad y la situación de la familia X. Ese no es mi cometido, aquí vengo a hablar de cine y de la obra maestra de Ford. No obstante, sí creo conveniente el incitar a la reflexión y que, a partir de este punto, cada uno valore como cree conveniente. Básicamente lo menciono porque, viendo (y leyendo) “Las uvas de la ira” se genera, per se, dicha reflexión.

Centrándome ya en el análisis del filme, hay que tener en cuenta que Ford partía de una obra literaria clave y única de la literatura estadounidense y universal. La obra de Steinbeck es todo un clásico y la cual, recomiendo leer. Independientemente de si se ha visto no la película. Además, muchas veces se genera el cliché en relación a las adaptaciones literarias de que la adaptación no captura la esencia del libro. En el caso de la película de John Ford, esto no ocurre. Y ahora se explica el porqué.

En primer lugar, la puesta en escena manifiesta la pobreza, la falta de decencia, el fino hilo de esperanza que el ser humano mantiene vivo pese a la gravedad de la situación, etc. Y esta forma de mostrarlo se hace sin adornos. Ninguno. Todo hueso. Lo importante es mostrar la crudeza de la situación, para que el espectador empatice y reflexione ante la situación que viven los Joad. Todo es frágil y polvoriento: la ropa, las “viviendas”, la furgoneta en la que se hacina toda la familia, incluso el propio paisaje de Oklahoma a California. Además, el blanco y negro, preponderando la sombra a la luz, enfatiza a aportar ese carácter melancólico y poco esperanzador. Dicha fotografía, magnífica a la par que realista corre a cargo de Greg Toland, cuyo legado al cine sería recortado por ser el director de fotografía de “Ciudadano Kane”, entre otras.

Además, uno no debe olvidarse del uso del sonido: apenas existe. Ninguna melodía. ¿Para qué? Apenas existe un momento de felicidad, y cuando esta comienza a florecer, la realidad vuelve a golpear más fuerte, volviendo al silencio y a la tristeza.

Y, en segundo lugar, los actores. Todo el reparto está maravilloso, pero obviamente uno se debe quedar con los dos protagonistas: Henry Fonda y Jane Darwell. De Fonda poco más se puede decir. La frase de Ford lo resume todo. El actor encarna ese espíritu joven y combativo, en parte idealista, procurando lo mejor para su familia. En cambio, Darwell encarna al que, personalmente, es el mejor personaje de la película. Una simple mirada basta para contar todo lo que ocurre en la mente de Ma Joad. Simple, pero no sencillo. Darwell es la madre pesimista, cansada de tanto luchar sin premio final. La base sobre la que trata de mantenerse a flote toda la familia. Es el corazón de la película. Basta con ver la escena, muy dolorosa y dura, en la que Ma Joad quema los recuerdos de toda una vida. Un adiós tan cruel que resulta imposible no compartir el dolor. Al final, todo será nada más que polvo y cenizas.
Por lo tanto, John Ford filma una película muy humana, pero dura. Un filme combativo y que invita a la reflexión. Como la mayor parte de su filmografía. En mi opinión, creo que esto es lo que diferencia a un director de cine de un GRAN director de cine. El primero busca simplemente entretener o reflexionar. O la una o la otra. El segundo caso, en cambio, proporciona las dos cosas: entretiene, pero también hace reflexionar. En un acto de modestia Ford dijo que el cine era ver caminar a Henry Fonda.
En cambio, yo creo que…

EL CINE ES JOHN FORD.

La película está adaptada al libro "The Grapes of Wrath" escrito por John Steinbeck. El libro fue publicado un año antes, 1939.

La película habla sobre la gran depresión "el crack del 29" y sus consecuencias en la sociedad. Habla sobre la familia y de las complicaciones que surgen cuando no está unida.

Me parece que Henry Fonda interpreta un gran papel. Aun así, Jane Darwell es mi favorita en este film. Lo borda. De hecho, el discurso que da al final de la película y la metáfora que usa para describir al hombre y la mujer, es espectacular.

Por último, tanto los diálogos como las escenas largas y pausadas son un punto positivo en esta Road Movie