Crítica de SensaCine.com para Home: La Tierra en plano general

Este ambicioso proyecto documental del fotógrafo y ecologista Yann Arthus-Bertrand despierta algunas dudas y contradicciones. Mientras que su explícito y subrayado objetivo es la máxima concienciación acerca de la agresiva acción del ser humano sobre el planeta, la escasez de recursos naturales y los problemas de la degradación medioambiental junto al calentamiento global, su gigantesca escala (18 meses de rodaje a lo largo y ancho de todo el globo, 488 horas de material grabado en alta definición desde un helicóptero sobre unos 50 países) hizo necesario un importante fondo de financiación. Éste vino aportado por el holding PPR, que engloba marcas de moda y lujo como Gucci, Yves Saint Laurent, Alexander McQueen o Boucheron. Es decir, la película pudo realizarse gracias al gran capital del despilfarro.

No parece que esa contradicción de base preocupe lo más mínimo al realizador francés, más preocupado en el homenaje visual a los paisajes más espectaculares del planeta, tanto los naturales como los que son fruto de la descontrolada acción del ser humano. Sin embargo, el detalle se hace más obsceno a medida que el espectador comprueba que, si quiere disfrutar del desfile de imágenes superlativas que conforman el metraje del film deberá aguantar una incansable voz en off aleccionadora (grabada en distintos idiomas: Glenn Close en inglés, Jacques Gamblin en francés, Salma Hayek en español, etc.) sobre la responsabilidad humana en los males del mundo, culpa de su descontrolada fiebre por el crecimiento.

Podría ser peor, y efectivamente así sucede cuando el realizador decide cortar el flujo de imágenes para recurrir a letras blancas sobre fondo negro llenas de las terribles estadísticas de nuestra explotación planetaria. No dudo del valor pedagógico de películas como 'Home' e incluso defiendo su existencia como motor de concienciación, pero recursos tan burdos e intrusivos hacen que su valor cinematográfico deba ser puesto en cuestión.

A favor: Aparte de la espectacularidad de la mayoría de las imágenes, muchas llaman la atención por su composición de formas geométricas y cercanas a la abstracción.

En contra: La insoportable y aleccionadora voz en off.