Crítica de SensaCine.com para Man on Wire: Abducidos por el alambrista

Apasionada y sorprendente reconstrucción de la más que ambiciosa gesta acometida por el excéntrico equilibrista galo Philippe Petit y el equipo de amigos a los que reclutó para lograr recorrer sobre un alambre la distancia que separaba las Torres Gemelas entre sí en 1974, pese a la ilegalidad de la práctica. El realizador James Marsch, apoyándose en los testimonios del propio Petit y del grupo de colegas que contribuyeron a materializar "su sueño", combina con gran eficacia material de archivo (fotografías y vídeos de la época, en blanco y negro y en color), entrevistas con los implicados y diversas reconstrucciones, entre ellas algunos de los episodios de la magna aventura.

Simultáneamente, y a la luz del singular y temerario Petit, Marsch levanta una pieza elegante y mágica, con gran variedad de tonalidades (momentos poéticos, tensos, surrealistas, lacrimógenos...), un montaje ágil que juega entre tiempos y espacios, y un hipnótico y brillante acompañamiento musical (Michael Nyman, Erik Satie...). Su ex pareja describe el momento cumbre: "Fue como si caminara en una nube...".

A favor: Su capacidad para tramar una magnética reconstrucción de los hechos mediante una rica combinación de materiales y contagiar, de paso, las emociones presentes y pasadas de los protagonistas de la hazaña.

En contra: Tres o cuatro primeros planos de presentación de personajes que desafinan en el conjunto.