Gary y Wyatt son dos adolescentes que no gozan de lo que se dice demasiada popularidad entre las chicas. Un día, aprovechando que los padres no están en casa, deciden crear por ordenador una mujer espectacular que les obedezca en todo, para poder presumir delante de sus amigos y no requerir la atención del resto de las chicas.
John Hughes nos trae una obra de trama simple pero donde decide hacerla un poco más compleja. Aún siendo flojita para ser de él, está dotada de una ambientación muy lograda, de la época de los ordenadores de fósforo verde y las disqueras de 5 ¼. Los efectos especiales son muy ochenteros a juego con la esencia del film, tiene ese aire despreocupado y adolescente. Con claros homenajes a Frankenstein, con buen desarrollo y buen ritmo, el guión ñe y las actuaciones pasables. Es bastante entretenida y logra sacar muy buen partido a una historia vista y revista y que ya no da juego a la hora de innovar. El humor funciona y cuenta con buenos gags y dos protagonistas con química.
Vemos pues otro film adolescente, lleno de hormonas alocadas con impulsos violentos y mucho apetito sexual, reprimidos y apartados de lo social por empollones, y con una mujer creada por ordenador, hecha a la perfección en base a todos los estándares que existan, y que termina enseñándoles a nuestros protagonistas que una pareja con sentimientos honestos, reales y puros vale más que todas tus fantasías. A parte del camino del héroe que han ido atravesando, superando sus temores y venciendo esa vergüenza, ya que gracias a Lisa han salido de su zona de confort, han dado un paso y se han decidido a seguir andando. Nada mal la película.