Crítica de SensaCine.com para La semilla del mal: El Árbol de la Vida

La presencia de Lance Henriksen se impone en esta serie B de terror sobre el advenimiento del Apocalipsis. El protagonista de la serie 'Millennium' encarna a un misterioso granjero que acoge a un chaval y su padre tras un accidente de coche. Su hospitalidad no esconde otra cosa que la intención de obligar al muchacho a comer del Árbol de la Vida que tiene plantado frente a su casa (sí, el Jardín del Edén se encuentra al lado de un cuchitril en un pueblo perdido de la América profunda) y así provocar de una vez por todas el fin de los tiempos.

Visiones de muertos, pesadillas bíblicas, asesinatos inopinados e incluso los Cuatro Jinetes del Apocalipsis se dan cita en este film sobre el eterno enfrentamiento entre el Bien (el chico con poderes extrasensoriales) y el Mal (su manipulador anfitrión). En lugar de otorgarle más peso al duelo mental entre los protagonistas, los responsables de la película prefieren compensar la pobreza del guión y la realización a base de golpes de efecto: ruidos constantes, apariciones sorpresa, imágenes delirantes, montaje machacón...

No resulta extraño encontrarse en este tipo de productos a alguna actriz de los años ochenta con mala estrella que Hollywood expulsó de su paraíso. Aquí el ángel caído es la añorada Sean Young.

A favor: Los intérpretes, sobrios y dignos a pesar del desaguisado que les rodea.

En contra: Vaya Apocalipsis de baratillo.