La película fue filmada como si fuera un documental. Chantal Akerman cuenta: "no miraba el plan de rodaje por las mañanas y grababa en pijama. Las localizaciones fueron improvisadas". Para la directora, la idea era captar lo que sucedía en el momento sin imponer nada a los actores.
La idea del proyecto surge a consecuencia de que Chantal Akerman experimentara una especie de shock. Cuando acabó de leer la novela de Joseph Conrad, la directora vio el film Tabú del director alemán Friedrich-Wilhelm Murnau. La belleza y sencillez de esta película, que aborda un paraíso turbado por un depredador, le abrumó. Enseguida relacionó el mundo del film con la obra de Conrad.
Se trata de la adaptación de la primera novela del británico Joseph Conrad. El guion fue adaptado por la propia directora, Chantal Akerman, y por Henry Bean.