Somewhere : los secretos del rodaje

Stephen Dorff fue el actor que Coppola había pensado desde que estaba escribiendo el guion. "Siempre encontré que tenía talento y que era capaz de explotarlo más. Quería darle un registro que el público no esperara de él".

Sofia Coppola eligió la canción 'Cool', de Gwen Stefani para la escena del patinaje sobre hielo. "Se trata de una bonita canción e imaginamos que podría gustarle a una chica de once años. Estoy muy contenta de haberla elegido porque funciona muy bien en la secuencia. Provoca una sincera emoción. En cuanto a la música de las bailarinas de striptease, quería canciones luminosas y picantes".

Sofia Coppola realizó audiciones a varias gemelas hasta dar con las hermanas Shannon. La realizadora tuvo que acudir a la casa Playboy para encontrarlas, y apareció en la emisión de 'The Girls Next Door', condición que hay que cumplir para que a alguien se le abran las puertas de la célebre mansión de las conejitas.

Algunos diálogos fueron improvisados en el momento del rodaje. A petición de Sofia Coppola, Chris Pontius no sabía cuáles serían sus réplicas, con el fin de conseguir de Elle Fanning verderas expresiones de sorpresa.

Después de Japón en 'Lost in Translation' y Francia en 'Maria Antonieta', en 'Somewhere' la directora se traslada a Italia: "Trabajar en el extranjero es un desafío; los métodos no son siempre los mismos, pero prefiero rodar en las verdaderas condiciones que exige el proyecto, no recreando el país a través de los estudios. Rodar con extras y en decorados resulta demasiado falso. No habría sido lo mismo rodar Italia en Los Ángeles", dice la directora.

Parte de la película se desarrolla en italia, por lo que Sofia Coppola acudió a verdaderas persoalidas de ese país, como el cineasta Maurizio Nichetti y la presentadora Simona Ventura, que tiene un pequeño papel.

Roman Coppola, hermano de Sofia, ejerció como productor y asesor en 'Somewhere': "Nuestra prioridad era quitarnos el lastre de todo lo que puede ser un peso en una película. Sofía deseaba tratar este proyecto a la manera intimista del cine europeo, insuflándole su estilo personal. Una de mis tareas era la de promover la idea de que menos es más".

Se trata de la tercera colaboración entre Sofia Coppola y la montadora Sarah Flack, tras 'Lost in Translation' y 'María Antonieta'.