Después de estar un par de años ausente, Eli Roth regresa nuevamente no solo con un nuevo slasher para época festiva, sino con un nuevo spin off del proyecto Grindhouse creado por Robert Rodriguez y Quentin Tarantino. Después de que Rodríguez realizara dos películas de Machete y luego saliera a la luz la película de Hobo With A Shotgun, fue una sorpresa que Eli Roth finalmente realizara una película para continuar lo que Rodríguez y Tarantino iniciaron, siendo esta la sexta entrega del proyecto Grindhouse. Lo que Eli Roth hace es revivir uno de los viejos sectores del cine slasher que se orienta en fechas festivas. Ha pasado mucho desde la última vez que se hizo un slasher relacionado con una fecha festiva, dejando de lado las que se relacionan con la temporada de Halloween. Ahora Eli Roth revive este tipo de slashers haciendo una película orientada al día de acción de gracias, lo cual es algo que ningún slasher hizo antes. El concepto que Roth mostraba en el tráiler original lanzado en 2007 era bastante bueno, pero al igual que Machete y Hobo With A Shotgun, hubo cambios. El tráiler original era bastante escabroso, pero la película hizo algunos cambios para hacer algo más adecuado para el cine público. La idea original de Roth al momento de hacer el tráiler era más descabellada y encajaba más para una película clasificación NC-17. Roth decidió renovar la idea en algo mucho más sencillo que no se alejara de una clasificación R y no es extraño porque algunas escenas del tráiler original se modificaron y otras se descartaron. La película no es tan escabrosa, pero sí tiene escenas de muerte brutales. Las demás películas de Grindhouse tenían una pinta y calidad retro de película de serie B, pero Thanksgiving no tiene nada de eso salvo en los créditos. Por ese lado, se aparta de la idea de ser una nueva película de explotación como el tráiler original mostraba. Lo que Thanksgiving sí logra conseguir es ser un slasher tradicional a pesar de estar centrada en los 2020. En cuanto guion, ritmo y calidad, la película tiene el aire de una película slasher de los años 80. Nos ofrece una historia de asesinatos originaria de una tragedia ocurrida en una fecha festiva y los involucrados se vuelven los blancos principales y la mayoría de las víctimas suelen ser adolescentes. Tiene muchas de esas características comunes en los slashers ochenteros y logra seguir la fórmula de Black Christmas, Silent Night Deadly Night, My Bloody Valentine, entre otras. Se podría decir que Thanksgiving es la nueva película que el cine slasher necesitaba para volver a lo clásico, pero a la vez presentar algo fresco. No solo es otro buen regreso para Roth al cine de terror, sino más bien un regalo para los amantes del cine slasher. Mi calificación final para esta película es un 9/10.