Crítica de SensaCine.com para Todos dicen I love you: La vida es un musical

Más que un musical, ‘Todos dicen I love you' es uno de los experimentos más acertados de Woody Allen, una de sus cotas cinematográficas y una de las películas más emocionantes y optimistas de su filmografía. El trabajo se acerca al Allen agudo de sus primeros años, cuando la mezcla de géneros era marca de la casa, pero también se apropia de ese Allen reflexivo, observador de cuánto de importantes son las relaciones en el alma humana. Y mucho más. En definitiva, a partir de una trama de encuentros y desencuentros entre una ex pareja, su hijo, y secundarios que orbitan alrededor de sus sentimientos, Allen aprovecha para rendir un homenaje a los grandes musicales de Hollywood, a aquellas películas protagonizadas por Ginger Rogers y Fred Astaire, cuya banda sonora estaba plagada de canciones de Cole Porter o George Gershwin. La banda sonora de la vida de Allen. Mención especial al fantástico final protagonizado por el propio Allen y Goldie Hawn. Mágico.

A favor: Que sea un musical.

En contra: Que Woody Allen diga que nunca ensaya con los actores. En este filme no cuela.