El segundo largometraje dirigido por Ben Stiller es una comedia bastante peculiar con bastantes toques de suspenso. La trama en sí es bastante perturbadora y es un relato de suspenso que está maquillado con un humor excéntrico, pero puede notarse bastante que no es una comedia ligera. Al inicio actúa como una comedia normal donde Matthew Broderick con su imagen de hombre se vuelve presa del bizarro comportamiento del siempre excéntrico Jim Carrey. La verdad es que ambos actores tienen personajes muy creíbles que cobran vida por el estilo de actuación que caracteriza a ambos actores. Steven es un hombre normal con una vida cotidiana tranquila y su único problema es que tiene que lidiar con la separación de Robin. Pero aun así tiene una vida tranquila que es interrumpida por Chip. Al principio parece alguien que solo le gusta bromear y no tiene malas intenciones. Chip le hace compañía a Steven y se muestra generoso ante él. Cuando la película va avanzando, el comportamiento de Chip se vuelve más extraño y se va sospechando que no se trata de alguien muy cuerdo. La película mantiene el humor intacto, pero la trama en sí se va tornando en algo más perturbador. Chip desarrolla una obsesión por querer ganarse la amistad de Steven, al punto que comienza a atormentarlo. La película se convierte en un relato de suspenso similar a Cape Of Fear, Fatal Attraction y Play Misty For Me. Chip resulta ser un lunático bastante astuto y manipulador que tiene influencia sobre los demás. Pero también es alguien que ha tenido una infancia difícil. Las menciones que hace sobre su niñez y el flashback que muestra uno de esos momentos dan una idea clara sobre el pasado de Chip. Se trata de alguien que jamás ha tenido una vida social y su madre jamás estuvo presente para él. Chip pasó toda su vida frente a la televisión y eso, afecto severamente su mente. Los diálogos de Chip tienen citas o referencias a distintos programas de televisión. Así que su comportamiento es consecuencia de su deterioro psicológico por haber pasado toda su niñez frente a la televisión y no socializar con otros individuos. Chip siempre quiso tener un amigo, pero al no desarrollar una capacidad mucho más sana para socializar, no puede entablar relaciones sanas y sus intentos por ganarse la amistad de otros terminan en acoso. Chip se vuelve el ejemplo claro de una relación tóxica con alguien psicológicamente inestable. Lo que la película plantea con este personaje son las consecuencias de la exposición a la televisión y la falta de interacción con otras personas. Durante el surgimiento de la televisión se ha discutido sobre la influencia que podía tener en las personas con mentes aún en pleno desarrollo. Fue un debate que duro por bastante tiempo y la película hace una sátira sobre ello. Chip vendría a ser la representación de los efectos negativos que la televisión podía tener sobre la psicología de los niños. La infancia de Chip tiene cierta semejanza con la de los niños que no tienen a sus padres presentes y son dejados frente a una pantalla. Aunque la televisión dejó de ser relevante con el crecimiento del Internet, la sátira de esta película aún puede ser aplicada en la exposición de los jóvenes a las pantallas y sus efectos psicológicos. Chip tiene dos discursos interesantes que se aplican a esta idea. El primero es cuando habla sobre el futuro haciendo referencia a la expansión de Internet. Habla sobre compras desde casa y jugar Mortal Kombat con alguien del extranjero. Aquí Chip habla sobre la globalización digital que se volvió realidad varios años después. El último discurso de Chip en el clímax final de la película habla sobre la salvación de los niños para que no terminen como él. Dicha salvación consiste en matar a la niñera, que sería en este caso la televisión. Se entiende claramente el mensaje de la película y aunque es una sátira a la era de la televisión, sigue teniendo sentido en una era donde el cable evolucionó a la red digital. Chip se había vuelto alguien incapaz de tener una relación social estable y su acción final es una reflexión sobre intentar prevenir que la influencia de las pantallas perjudiquen el futuro de la siguiente generación. Durante los eventos de la película existen transmisiones que reportan el juicio de la vieja estrella infantil Sam Sweet. No parece algo muy relevante, pero también contribuye al mensaje de la película. Los reportes del caso llaman la atención del público y lo mantienen interesado hasta llegar al final de la película. Aquí lo que se estaría planeando sería la fascinación de la gente por el morbo hacia casos perturbadores. Algo con lo que los medios de comunicación lucran y hasta mencionan la producción de una película basada en el caso de Sam Sweet. Todo esto tiene sentido más en una época donde la gente se expone al morbo por contenido perturbador en las redes. Esto incluso también cuenta como parte de los efectos psicológicos que la pantalla puede generar en los jóvenes. Chip incluso ha sido testigo de la carrera de Sweet desde su niñez y ya todo lo que la película quiere transmitir cobra sentido. Eso hace que la película tenga algo bastante profundo, oculto detrás de su humor y ese algo hace perturbadora la historia. La bizarra y extraña actuación de Jim Carrey también hace que la película generé una sensación de incomodidad. Su interpretación como Chip es sin duda la más intrigante y perturbadora de toda la carrera de este actor. El resultado final es una comedia que divierte e intriga al mismo tiempo. Esta sería de las películas más interesantes y peculiares de la filmografía de Jim Carrey y Ben Stiller. Aparte de sus creíbles protagonistas y la poca participación de Jack Black, también ofrece cameos llamativos que involucran a Owen Wilson, Kyle Gass y el mismo Ben Stiller. El humor de la película puede ser exagerado, pero eso potencia la sensación incómoda que su perturbador contexto quiere generar. Tiene escenas inolvidables como el restaurante medieval, Jim Carrey cantando Somebody To Love y la sombría pesadilla de Steven. The Cable Guy es una intrigante comedia que debajo de su oscuro humor tiene un mensaje que, aun en tiempos posteriores a la televisión, sigue dando mucho en que pensar. Mi calificación final para esta película es un 8/10.