para unos, aburrida; para otros, cautivadora.
'memorias de áfrica' es una de esas películas que dividen opiniones: algunos la consideran lenta, otros la perciben como una obra cargada de belleza y sensibilidad. lo cierto es que, aunque su ritmo es pausado, nunca se siente aburrida. sydney pollack apuesta por un cine que no busca impresionar con artificios ni con técnicas audiovisuales de vanguardia, sino transmitir emociones, construir personajes sólidos y ofrecer al espectador una experiencia profundamente sensorial.
el desarrollo de personajes es, sin duda, uno de los más correctos y cuidados que se pueden encontrar en el cine. la evolución de karen y denys se da con naturalidad, sin prisas ni excesos, y resulta imposible no conectar con ellos. la química en pantalla entre robert redford y meryl streep es palpable; de hecho, la propia streep la recordaría después como una de las mejores conexiones que ha tenido a lo largo de su carrera.
la fotografía es otro de los grandes aciertos de la película. áfrica no es solo un escenario, sino un personaje más: los paisajes impresionan, fascinan y envuelven con una fuerza visual increíble. la cámara los retrata con respeto y admiración, logrando que cada plano tenga algo de postal y, al mismo tiempo, de verdad.
la música, compuesta por john barry, se convierte en un acompañamiento indispensable. sus melodías profundas y envolventes elevan la carga emocional de la historia y le dan un tono melancólico que resulta inolvidable.
pollack nunca falla: demuestra aquí su capacidad para contar historias con elegancia, sin subrayar de más, dejando que los silencios, las miradas y los gestos hablen tanto como los diálogos. 'memorias de áfrica' es una obra conmovedora, escrita y dirigida con asombro, que mezcla una historia de amor íntima con un retrato de culturas y paisajes que impresionan por su riqueza y contraste.
puede que no sea una película para todos los gustos, especialmente para quienes buscan un ritmo más dinámico, pero quienes se dejen llevar por su cadencia encontrarán una experiencia cinematográfica que emociona y que permanece en la memoria.