Crítica de SensaCine.com para La Teniente O'Neil: Encefalograma plano

No estaba en su mejor momento Ridley Scott cuando realizó 'La teniente O'Neil'. Habían pasado seis años desde que consiguiera un éxito importante con 'Thelma y Louise', y no logró despertar demasiado interés con sus siguientes propuestas, '1942, la conquista del paraíso' (1992) y 'Tormenta blanca' (1996). Pero 'La teniente O'Neil' rebasaba cualquier sima en la que un director pudiese hundirse, hasta el punto de que podemos considerarla el momento más bajo de su carrera.

La película intentaba convertirse en el vehículo de lucimiento de su estrella femenina, Demi Moore, que interpretaba a la primera mujer que conseguía hacerse un hueco en el cuerpo de marines americano. Pero aquí no se trataba de lanzar mensajes feministas, porque finalmente incluso se conseguía lo contrario, una mirada reaccionaria y muy poco a la altura de las circunstancias.

Demi Moore consiguió el premio Razzie a la peor actriz, cuando supuestamente el cambio de registro de ídolo sexual a mujer dura y rapada, le podrían haber hecho un hueco en los Oscar. Desde luego, 'La teniente O'Neil' no fue su oportunidad, y terminó por hundirle la carrera.

A favor: Muy poco.

En contra: Casi todo.