Crítica de SensaCine.com para Historias del Kronen: Nihilismo madrileño y poco original

El escritor madrileño José Ángel Mañas alcanzó notoriedad al publicar 'Historias del Kronen', su primera novela, con 23 años en 1994 y quedar finalista para el Premio Nadal. La adaptación cinematográfica de Montxo Armendáriz llegaría al año siguiente y colaboraría de forma decisiva en que ambas obras, el libro y la película, alcanzaran cierto estatus de culto durante la segunda mitad de los 90. Un culto tan artificial como los retratos que hacían de la juventud española del momento, supuestamente pegados a las esquinas más nihilistas de su realidad y proclives a centrarse en los aspectos más sensacionalistas: desobediencia hacia cualquier figura de autoridad, consumo desaforado de drogas, promiscuidad sexual, afición a los actos delictivos, etc.

Como se puede ver, un panorama perfectamente consecuente con los contenidos que pudiera tener una sección de sucesos de la prensa amarilla o la televisión sensacionalista que empezaba a despuntar. Si la novela (autodefinida como neorrealista) de Mañas no dejaba de ser un pálido reflejo de las provocaciones nihilistas de Bret Easton Ellis en 'Menos que cero' (casi 10 años anterior) y 'Las reglas de la atracción', el pulso habitual de Armendáriz se encuentra más perdido que nunca. Salvo algunos momentos en los que intenta que el paisaje urbano madrileño, casi siempre nocturno, ejerza sobre sus personajes la misma fuerza que la Naturaleza en 'Tasio', el resto del tiempo despacha las secuencias buscando naturalidad en las interpretaciones de un reparto verdaderamente nefasto.

A favor: El registro de determinados lugares de Madrid como exteriores.

En contra: Aparte del tufo sensacionalista, las actuaciones de Juan Diego Botto y Jordi Mollà son inenarrables.