Opiniones sobre El último tango en París

La más famosa obra cinematográfica de Bernardo Bertolucci se ha ganado un lugar en la historia del cine como una de las películas más controvertidas de la historia. No es por su forma de retratar el erotismo que para la época fue algo provocativo, pero eso cambió con el tiempo. Lo que más llama la atención de esta película es una escena improvisada que dejo una cicatriz psicológica en Maria Schneider justo cuando empezaba a ascender como actriz. La cuestión es que tan grave fue ese asunto para perjudicar la reputación de la película y su director. Primero se tiene que juzgar a la película por o que es antes de sacar un veredicto sobre la decisión que Bertolucci y Brando tomaron en ese momento.

Por más que Last Tango In Paris se la califica como una película erótica, no se trata realmente de una película erótica en el sentido más tradicional de la palabra. Desde luego cuenta con momentos íntimos entre sus dos protagonistas, pero la película va más allá de eso. Se trata en realidad de una película dramática que narra una historia de pasión y seducción desde un cierto romanticismo. Su enfoque principal es el conflicto emocional que tienen ambos personajes y que tratan de ahogar por medio de los encuentros que tienen. En un extremo tenemos a Paul que ha perdido a su esposa después de enterarse de que ella se quitó la vida. Paul es un hombre muy perjudicado que pasa por un momento difícil. No es capaz de entender por qué su esposa se quitó la vida y la película no explica el motivo. La conversación que Paul tiene con un viejo amigo da una pista de que seguramente Rose engañaba a Paul y se podría teorizar que ella acabó con su vida por un sentimiento de culpa. Pero lo más primordial aquí es el duelo por el que Paul está pasando y trata de superarlo al intimar con la Jeanne. Ese sentimiento de perdida es lo que lleva a Paul a mantener esta nueva relación basada en el anonimato sin que ninguno de los dos sepa sobre la vida privada del otro. Lo único que Paul quiere es aliviar su pena sin arriesgarse a entablar una relación seria con su nueva amante. Jeanne es una chica común que empieza a sufrir una cierta presión cuando su prometido Thomas decide hacer una película que documenta todo el proceso de compromiso. Algo que llega a incomodar a Jeanne porque no le agrada la idea de que su prometido tome algo serio y lo convierta en una especie de documental. Al inicio, esto sorprende a Jeanne porque Thomas tomo esta decisión sin el consentimiento de su prometida. Esta presión hace que Jeanne decida seguir sus encuentros con Paul a espaldas de Thomas. Jeanne tiene deseos de conocer a Paul, pero él quiere que se mantenga el anonimato. Estos encuentros hacen que haya una química entre ellos que con el tiempo no tarda en volverse un romance. A veces sus conversaciones rayan en típicos juegos y bromas de pareja que es muy fácil notar que algo está floreciendo. La situación con Jeanne se vuelve complicada porque Paul comienza a comportarse de una manera cuestionable en ciertos momentos, pero Jeanne aún sigue con deseos de verlo. Es difícil saber si Jeanne realmente siente algo por él o no y no se puede llegar a una conclusión exacta, ya que las mujeres son muy complicadas y ni ella pueden entenderse así mismas al pasar por un momento así. Incluso cuando Paul comete un acto en contra de la voluntad de Jeanne, ella de todos modos desea verlo. Puede parecer ilógico, pero según las leyes de la naturaleza, la hembra siempre va tras el macho alfa.

Lo que la película consigue es narrar un relato sobre una pasión que surge por medio de las situaciones emocionales que sufren los personajes y lo narra de una manera tan aferrada al romanticismo que logra ser una historia digna de una obra de literatura. Incluso cuando Paul parece estar dispuesto a empezar una relación seria y se nota que ya perdió la cordura, esta historia termina de una manera que hace que sea digna de ser considerada una obra maestra. El guion es excelente y hasta la banda sonora también tiene bastante mérito. Las actuaciones de Marlon Brando y Maria Schneider son creíbles hasta en los momentos más absurdos. Esta película junto con The Godfather han dado inicio a una nueva etapa en la carrera de Brando que lo posicionaría como uno de los mejores actores de la historia. Last Tango In Paris es sin duda una de sus mejores películas. Con Maria Schneider las cosas tomaron un cierto rumbo. Esta película la puso en un pilar bastante alto, pero había un precio por ello. La tan famosa escena de violación que a simple vista se nota que es fingida, dio mucho que discutir debido a que se hizo sin que Maria supiera nada al respeto. Algunos llegaron a decir que esa escena fue real, pero se nota que es fingida. Lo único que tiene de real esa escena son los gemidos de Maria debido a que no estaba preparada para una escena así. Bertolucci dijo que quería que esa reacción fuera real y no actuada. Jamás se arrepintió de tomar esa decisión y la verdad es que tuvo toda la justa razón. Hay películas como The Shinning o The Exorcist donde se ha sometido a un miembro del elenco a una situación incómoda con tal de que haya expresiones más realistas. Por muy cuestionable que sea, eso sirvió bastante para que en ciertas películas haya más credibilidad en algunas escenas. Last Tango In Paris no es la excepción. Puede que Maria haya quedado psicológicamente perjudicada por esa escena, pero ese incidente no es nada comparado con la maestría de la película. Al final, la cicatriz que quedo grabada en Maria no fue otra cosa más que un daño colateral sin importancia. Es una pena que cuando se tomó este caso más en serio en los medios, Bertolucci dejo de estar activo tras estrenar The Dreamers. Por más que regreso en 2012 con su película Me And You, su carrera ya había llegado a su fin y está término siendo su última película. Puede que el caso de Last Tango In Paris parezca algo imperdonable para los más moralistas, pero condenar la película por un simple daño colateral es algo bastante tonto. Bertolucci tomó una decisión que fue beneficioso para la película y como siempre, el fin justifica los medios.

Como veredicto definitivo, Last Tango In Paris es una gran película y una obra maestra del séptimo arte. La decisión de Bertolucci con Maria fue cuestionable, pero estaba justificada. El hecho de que un miembro del elenco haya sufrido un daño psicológico no es impedimento para admirar el trabajo de Bertolucci. Last Tango In Paris siempre será una excelente película y es una obligación admirarla por ello. Mi calificación final para esta película es un 10/10.

Lo único bueno del film es la interpretación de Marlon Brando.