Crítica de SensaCine.com para U.S. Marshals: El gato y el ratón

El británico Stuart Baird, más conocido hasta el momento por su buen hacer como montador, últimamente en títulos vinculados al género de acción como Casino Royale, Al límite o Skyfall, había debutado en la dirección en 1996 con Decisión crítica, un thriller decente con Kurt Russell, Steven Seagal y Halle Berry, aunque tampoco era para tirar cohetes.

Su segunda aventura tras las cámaras bebe de un producto precedente que tuvo bastante buena acogida crítica y en las salas, El fugitivo. Baird dirige una segunda aventura donde Harrison Ford queda a un lado y se convierte en protagonista el personaje del agente federal Sam Gerard, al que interpreta de nuevo Tommy Lee Jones. Su objeto de deseo será ahora Mark Sheridan (Wesley Snipes), asesino de dos agentes, que durante un accidente sufrido por el avión que le trasladaba, se ha dado a la fuga. La película entretiene y sabe manejar con astucia el tiempo narrativo, además de que las escenas de acción resultan bastante espectaculares y están bien dirigidas. Sin embargo, el conjunto no puede evitar un acabado bastante anodino, pues en el fondo no hay demasiado contenido y es solo una excusa para tratar de repetir el éxito del filme de Andrew Davis.

A favor: Tommy Lee Jones, solvente como casi siempre. Las escenas de acción y que sea una cinta efectiva.

En contra: Su poca trascendencia y ciertos tópicos y giros simplificadores.