"El Renacido" es una descarnada y brutal epopeya naturalista, dirigida por Alejandro González Iñarritu y protagonizada por Leonardo Dicaprio y Tom Hardy, nominada a 12 Oscars y ganadora de 3, al mejor director, mejor actor principal y mejor fotografía. Basada en la novela homónima de Michael Punke de 2002, "The Revenant". Tras ser atacado por una avanzada de indios sioux, un grupo de tramperos logra escapar a duras penas por el inhóspito paraje, haciendo que el líder del grupo, el Capitán Andrew Henry deposite sus esperanzas en Hugh Glass, el único que conoce la ruta de regreso. No obstante, un inesperado y brutal ataque de un oso grizzli a Glass, obligará a Henry a dejarlo atrás con dos de sus hombres, quienes terminarán abandonándolo a su suerte. Basada en la novela homónima de Michael Punke de 2002, los orígenes de "El Renacido" se remontan a 2001, cuando el productor Akiva Goldsman logra hacerse con los derechos de la novela y reúne a John Hillcoat y Cristian Bale, como director y protagonista, respectivamente. No obstante, la renuncia de todos en 2010, permite que Alejandro González Iñárritu, el nuevo Rey Midas de Hollywood, se haga con el proyecto, incorporando a Leonardo DiCaprio en el protagónico, a pesar de que no pudo hacer lo mismo con Sean Penn.
"El Renacido" es una historia de supervivientes, y digo esto porque no sólo el personaje de Leonardo DiCaprio lo es, ya que en cierta medida cada uno de sus hombres y mujeres, aún recordando que la historia está a su vez basada en un histórico Hugh Glass, también lo son. Cada uno lucha constantemente cada día por ver un nuevo amanecer, en donde el instinto de supervivencia y la inteligencia deben ir de la mano para lograrlo y donde la ética está por debajo de este entendible objetivo. Pero en semejante epopeya de supervivencia, entre indios e inmigrantes salvajes a partes iguales y bestias rondando, en algo falla el guión escrito por Mark L. Smith y González Iñárritu. El espíritu de supervivencia de Glass parece basarse en los instintos más básicos de superviviencia del hombre, en los que parece se prescinde de la utilización del intelecto. Es más, si somos muy críticos, cuesta creer que Glass, sindicado por Henry como el hombre que los ha salvado en más de una ocasión y amplio conocedor de la zona y de la ruta para regresar, no prevea que pueda ser atacado por una bestia, y que tras ello sea constantemente asistido, primero por su hijo y los dos compañeros que se quedan con él (llegando uno de ellos, a ser su peor enemigo) y luego por el indio pawnee, quien a la postre es quien le enseña a sobrevivir. Este detalle, que no es menor, sin embargo, al igual que otros que tienen que ver con la lógica de la supervivencia, poco importará si ya el espectador se ha rendido al personaje de Glass, que aparece como un padre viudo cuyo principal objetivo es cuidar la vida de su hijo mestizo.
Sin embargo, a pesar de esta falencia narrativa, González Iñárritu termina por presentar una historia de una crudeza y realismo realmente notable, que sin embargo tendrá en la fotografía y las actuaciones de Leonardo DiCaprio y Tom Hardy como pilares fundamentales. El trabajo de Emmanuel Lubezki, ganador de los tres últimos Oscars a la mejor fotografía ("Gravity", 2013; "Birdman Or The Unexpected Virtue of Ignorance, 2014; y este film) resulta a todas luces impresionante. Desde el plano inicial en que el grupo de tramperos resulta atacado por los indios siux, que piensan que éstos secuestraron a la hija de un cacique, pasando por las incontables tomas que muestran la grandiosidad e implacabilidad de la naturaleza, desde el suelo o desde la copa de los árboles, o desde los acantilados, o las tormentas de nieve y la posterior tranquilidad, hasta el escenario blanco final entre Glass y Fitzgerald, Lubezki presenta una fotografía detallista y realista en extremo, que bien podríamos decir se convierte en una verdadera experiencia sensorial, y en la que el espectador puede maravillarse con un inteligente uso de la luz natural, que el fotográfo supo captar de las locaciones de Ushuaia (Argentina) y Alberta (Canadá).
De la misma forma, mencionar que fotografía y efectos especiales, funcionan de forma realmente perturbadora para las escenas más brutales y viscerales que el espectador difícilmente podrá olvidar. La escena en que Glass es brutalmente atacado tres veces por un oso grizzli, es por lejos, la más brutal de todas, por más que la escena esté hecha con un correcto CGI, que no resulta ni invasivo ni inverosímil. Lo que sí podría parecer inverosímil es que Glass haya sobrevivido, pero de cualquier forma, sabemos que el realismo mágico de González Iñárritu, sale a respaldar cualquier acto que el espectador pueda cuestionarle a la trama. Otra escena que resulta brutal es aquella en la que Glass resulta atacado por una avanzada de indios, cayendo a un precipio con su caballo ante una fuerte lluvia de flechas, y en la que termina por destripar al animal, para ocupar su carcasa como refugio. Refleja un hombre que finalmente comienza a utilizar su intelecto para sobrevivir, ya que ahora si que se encuentra solo ante el mundo, ya acabada abruptamente su asociación con el indio pawnee. El clímax, pudo haber sido realmente memorable, a juzgar por las increíbles escenas previas, sin embargo, González Iñárritu define el film de forma bastante convencional, con un enfrentamiento predecible y poco vistoso para una película que visualmente hasta ese momento ha estado impecable.
Las actuaciones son brillantes, Leonardo DiCaprio ofrece una de sus mejores interpretaciones y se hace merecedor del Óscar al mejor actor que terminó ganando, simplemente, porque logra imponer un personaje que tiene prácticamente muy pocos diálogos y que debe expresarse con gruñidos o gemidos, y con la expresividad corporal de su maltrato físico. Por su parte, Tom Hardy resulta un villano interesante, frío, despejado de la más mínima ética, maquiavélico y superviviente, al igual que Glass, pero a costa de los demás. En el reparto secundario, tenemos a Domhnall Gleeson ("About Time", 2013; "Ex Machina", 2014) como el Capitán Henry, un hombre llevado por la ética, pero que no contará con la traición de Fitzgerald. Will Poulter ("Wild Bill", 2011; "Detroit" 2017) encarna a Jim Bridger, joven trampero manipulado por Fitzgerald. Y Forrest Goodluck es Hawk Glass, el hijo mestizo de Hugh, cuyo recuerdo se convierte en el principal motivo para la venganza.
En definitiva, descarnada y brutal epopeya naturalista, una película sólida e impactante a pesar de su extensión, cuyos mayores méritos están en su exquisita fotografía y en las actuaciones del tándem Dicaprio-Hardy. Ya que son la gasolina de esta historia, dando dos de sus mejores interpretaciones para contar una historia de supervivencia y venganza. Visualmente preciosa e interiormente fuerte, violenta y real. Cada plano es una auténtica obra de arte, con la sorprendente naturalidad de una belleza insuperable. Nos deja un mensaje social, como que en el fondo el ser humano es salvaje por naturaleza, sea cual sea su etnia, raza o religión.
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