El cazador de dragones

Gorka (Asier Hormaza) ha cambiado de vida, pero no puede impedir que su pasado lo persiga. Lleva un tiempo intentando eludir los interrogatorios a los que le somete su hijo pequeño, Aitor (Pablo Amigo), que quiere saber a qué se dedicaba antes su padre.

Sin embargo, Gorka no quiere desvelarle que era un miembro militante de la banda terrorista ETA y que se convirtió en un asesino en su nombre.

La lucha armada que durante mucho tiempo practicó y que se convirtió en el eje de su existencia, ha dejado de tener sentido para él, pero todavía resuenan imágenes y recuerdos con fuerza, sobre todo de la época que pasó en Sudamérica entrenándose como guerrillero. Una época en la que conoció a Maddalen (Itziar Ituño), a José y a Andrés (Carlos Acosta), tres personas de muy diferente signo con las que se cruzará en una época crucial en su aprendizaje.

El director Patxi Barco ('El final de la noche') firma su segunda película, un intenso drama acerca de las heridas y el peso del pasado en la vida de un hombre atado a las acciones que en él desarrolló.