Opiniones sobre Vivir de la luz

Luz (2010) intenta hacernos creer durante 90 (largos) minutos que es posible abstenerse de tomar y comer y con el fin de vivir solamente de "luz". Con una puesta en escena bajo la forma de una encuesta, se descubre con estupefacción que ciertas personas han logrado desde hace años, abstenerse de comida sólida y a vivir solo de "luz" o de "Prana" (llamada también "Respirianismo"). Un gran ni al caso sin sentido, a base de entrevistas, de especialistas, de investigadores, de practicantes, hasta de gurus ( donde destaca Jasmuheen, gran sacerdotisa que supo vender millones de libros por todo el mundo, amasar una pequeña fortuna y causar algunas muertes en los cuatro rincones del globo a causa de sus métodos dudosos que sus lectores habían seguido a la letra). Ni en una sola ocasión se logra creer, a pesar de los numerosos testimonios, si vivir únicamente de "luz" fuera posible, en ese caso, porque la hambruna no ha sido erradicada durante todos estos años?

Una recomendada y muy interesante pelicula a ver. Es normal que las criticas en los periodicos sean tan malas porque entienden muy poco sobre el poder del espiritu !

Tuve la impresión de que el documental en su conjunto era tan solo un trailer. En realidad, no he conseguido extraer mi dosis de verdad de esta película, excepto al final cuando se trata de espíritu y conciencia humana. En cambio, la película tiene el mérito de dar espacio a visiones opuestas tanto a favor como en contra, así como al enfoque de los científicos, y de dar una vuelta al mundo de la práctica del ayuno parcial o total a lo largo de los siglos, hasta nuestros días. En resúmen, el logro es de conseguir plantear la pregunta: ¿Es posible alimentarse de otra cosa que del alimento físico? Y de sugerir que la única respuesta conveniente es el hecho de experimentarlo por si mismo, de hacer frente a sus propios acondicionamientos y prejuicios, escuchar nuestro cuerpo, que nos habla permanentemente.

Más allá de los prejuicios, no se trata de una película que desafía a la ciencia, sino que nos enseña a escuchar a nuestro cuerpo. Tendemos a ignorar lo que nuestra fisiología nos dice, escapándonos en las drogas, remedios, y otras recetas médicas. Capturar la energía que perdemos en el momento de la digestión, no es tan científicamente abstruso.