Crítica de SensaCine.com para The Trigger Effect (El efecto dominó): El salvaje bajo el civilizado

Tras el éxito cosechado por blockbusters como Parque jurásico y Misión imposible, de cuyos guiones fue responsable, David Koepp firmó su primer largometraje tras las cámaras en 1996 bajo el título de El efecto dominó, que se inspiraba en la serie documental Connections, ideada y presentada por el científico e historiador James Burke.

El efecto dominó nos presenta a una familia formada por Matthew (Kyle MacLachlan) y Annie Kay (Elisabeth Shue), padres de un bebé que tras su regreso a casa después de una sesión de cine bastante fallida, asisten al apagón eléctrico de su ciudad. Mientras tanto, habrán de ingeniárselas para conseguir la medicina que calme el dolor de oídos de su hija. Esa misma noche reciben la visita de Joe(Dermot Mulroney), un amigo al que acogen. Una serie de hechos extraños van sucediéndose uno tras otro y poniendo a los individuos, y a esa pequeña comunidad americana, en situaciones límite. El guión de Koepp es notable en cuanto a la composición de los personajes y la construcción de la intriga en su primera mitad, aunque la tensión va desinflándose al irse concentrando la película en la trama del triángulo sentimental.

A favor: La construcción de personajes.

En contra: Que acabe sabiendo a poco en relación a las expectativas generadas y que acabe apostando más por el drama sentimental que por el thriller de alcance sociológico.