Crítica de SensaCine.com para Lo Mejor de Eva: Lo peor de Barroso

'Lo mejor de Eva' se inicia con una voz en off, la de Eva (Leonor Watling), una joven jueza amargada porque no ha podido realizarse como mujer por haber estado toda su vida atrapada en sus estudios y en su carrera profesional. Es ella misma quien pone en antecedentes al espectador sobre sus frustraciones, sus sueños rotos y la persona que acabó con sus ilusiones de adolescente: su padre, toda una autoridad dentro de la profesión que le inculcó sus valores al mismo tiempo que le obligó a seguir un camino que ella no habría elegido. Esta confesión prematura acerca de las interioridades de un personaje sirve para poner en antecedentes al espectador de que se está adentrando en el subconsciente de Eva, y de que todo, a partir de ese momento, lo veremos a través de sus ojos.

Eva recibirá por primera vez desde que empezó a desempeñar el cargo un caso de cierta enjundia, el asesinato de una prostituta del este, por el que será detenido un empresario de reputación dudosa pero con una gran red de contactos sociales. La inexperta Eva se implicará en el caso e intentará averiguar cosas acerca del entorno de la joven, y entrará en contacto con Rocco (Miguel Ángel Silvestre), un descarado y ambiguo gigoló que intentará seducirla a cambio de entregarle cierta información. Un asesinato, una investigación, los bajos fondos como escenario escabroso en el que bucear, empresarios corruptos, putas y chulos... ingredientes que podrían haber configurado una buena historia de cine policiaco. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que en realidad estos componentes están tratados como simples aderezos y que no tienen la menor importancia dentro de la trama. Y es que, aunque su apariencia sea de thriller, 'Lo mejor de Eva' se centra en realidad en el acercamiento psicológico a los miedos e inseguridades de una mujer sola, triste y herida, esa Eva del título que todavía no ha sido capaz a lo largo de su vida de sacar lo mejor de sí misma. Sin embargo, una vez que Barroso renuncia a la posibilidad de orquestar a su alrededor una buena estructura de cine negro y decide apostar todas sus cartas a su protagonista femenina, ocurre algo terrible para un película que lleva el nombre de ese personaje en el mismo título: que no tiene el suficiente carisma, que se trata de una presencia inconcreta en la pantalla, esquiva, incapaz de conectar con el espectador, sin la suficiente fuerza a arrastre. No ayudan los diálogos, totalmente impostados, ni los constantes subrayados de la trama y las relaciones entre los personajes, ni ese tufo a película de autoayuda con la liberación de la mujer pasando a través del sexo, ni la sensación de evidencia de que han utilizado a Miguel Ángel Silvestre para que ponga un poco de carne en el asador. 'Lo mejor de Eva' no tiene mucho de esa audacia y personalidad que demostró tener Barroso en sus primeros trabajos, cuando sus ficciones estaban cargadas de fuerza y no de vago trascendentalismo. Ni credibilidad, ni magnetismo, ni capacidad sugestiva. 'Lo mejor de Eva' es quizás uno de los títulos más desarmados, peores de la filmografía de su director. La primera gran decepción de este año de cine español que solo acaba de comenzar.

A favor: Que Miguel Ángel Silvestre siga ejerciendo de "macho men" hispano.

En contra: Que uno no se pueda creer nada de lo que pasa en la pantalla