Crítica de SensaCine.com para Perfect Blue: CIsne rosa

Si Brian De Palma dirigiera un anime se parecería bastante a 'Perfect Blue', que por otro lado se desvela como una clara inspiración para el 'Cisne negro' de Darren Aronofsky. La esquizofrenia de una sociedad japonesa que adora a artistas pop de apariencia ingenua y las somete a una perversa explotación industrial es el contexto de esta película sobre una joven cantante que decide dejar su grupo de música para convertirse en actriz, lo que desata el odio de un fan acosador.

Satosh Kon, malogrado director de otros referentes del anime contemporáneo como 'Paprika' y 'Paranoia Agent', firma un insólito y por momentos irregular thriller psicológico en dibujos donde la protagonista, agobiada por la presión de abandonar su propia imagen pública, empieza a sufrir alucinaciones y pesadillas que cada vez le cuesta diferenciar más del mundo real. Resuelta con excesiva premura, la película sin embargo se acerca de forma acertada a la enfermiza fascinación por las estrellas pop que aqueja a algunos japoneses.

A favor: el punto briandepalmesco.

En contra: los momentos exploit metidos con calzador.