Mi cuenta
    Posesión infernal
    Nota media
    3,6
    114 notas
    ¿Tu opinión sobre Posesión infernal ?

    3 Críticas del usuario

    5
    1 crítica
    4
    1 crítica
    3
    1 crítica
    2
    0 crítica
    1
    0 crítica
    0
    0 crítica
    Ordenar por
    Mejores críticas Últimas críticas Usuarios que han publicado más críticas Usuarios con más seguidores
    David Filme
    David Filme

    16.213 usuarios 262 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 10 de diciembre de 2021
    "Posesión Infernal" es una película de culto, original y punto de inflexión en el cine de terror estadounidense, a inicios de los 80s, dirigida por Sam Raimi. Sam Raimi, Robert Tapert y Bruce Campbell, un trío de amigos universitarios, venían desde la adolescencia experimentando con una serie de cortometrajes, hasta concretar el proyecto “Within the Woods” (1978), cuya idea central se convertiría posteriormente en “Evil dead” (1981). La proyección casera de este trabajo y la presentación a algunos inversionistas, les permitiría reunir unos US$375.000, con los cuales rodarían en dos años, la que es considerada la película de culto independiente más importante que ha dado el género de terror en Estados Unidos. Pero no todo fue tan simple para Sam Raimi y su filme en su camino a ganar, esta categoría y valoración. Porque técnicamente hablando, podría parecer una película insignificante y destinada a ser guardada en un polvoriento estante de rarezas ochenteras, sino fuera por el hecho de que, en perspectiva, supuso un punto de inflexión, no por su narrativa y su calidad técnica, bastante cuestionable por cierto, sino por su forma desvergonzada y honesta de hacer terror. A finales de los 70s y principios de los 80s, sólo los amantes del mal gusto se atrevían a filmar películas de terror con altas dosis de gore y violencia. Sam Raimi constituiría uno de esos dementes, que se propuso filmar con toda seriedad una película visceral que le revolviera el estómago a los estirados de siempre y provocara tal polémica que terminará por convertirla en una obra de culto. Han pasado los años, y aunque el tiempo no le ha hecho justicia a la cinta en cuanto a impacto en nuestro tiempo, tiene “algo” que, aparte de volverla cómica sin intención, le ha significado la valoración e idolotría de los fanáticos del gore y la caspa pura.

    La premisa del guión de Sam Raimi es bastante básica, con el grupo de amigos que terminan adentrándose en un lugar apartado y en el que una enorme amenaza se precipita sobre ellos. De hecho, en la primera parte del film, los primeros 20 minutos, la acción brilla por su ausencia y los diálogos son bastante simples e incluso forzados, y las actuaciones no ayudan mucho tampoco. Todo transcurre de forma lineal y predecible hasta que no falta el imbécil que inconscientemente despierta el mal e inicia la fiesta. La escena en que el personaje de Cheryl termina siendo violada por las ramas y raíces del bosque poseído resulta tan fundamental en el filme que tiene más de una lectura. No sólo es el momento en que el Raimi da rienda suelta a su delirio narrativo, abandonando toda lógica para pasar al desenfado total, sino que ideológicamente es una extensión del subgénero slasher, en la que no tenemos un psicópata persiguiendo, violando y asesinando mujeres, pero sí una fuerza sobrenatural maligna, incluso peor, porque no puede ser controlada y, más, derrotada. En su momento y hasta la fecha, es una escena muy fuerte, considerada misógina, prohibida en muchos países y una de las pocas que mantiene su impacto terrorífico, en una película que más bien, por lo que hablamos hace un rato, es un verdadero compendio de postales grotescas convertidas, sin querer, en cómicas. Así, el gran mérito del film, a parte de su esencia desvergonzada y grotesca, es la honestidad y la falta de límites para imponer una imagenería visual, ya legendaria a esta altura. El responsable de efectos especiales, Tom Sullivan, convertido en mito viviente gracias a su trabajo en la Saga “Evil dead” (1981-1992), terminó siendo el cómplice perfecto para las locuras de Raimi. Sullivan regala verdaderos momentos para la posteridad, con esos demonios grotescos, deformes y burlescos y esas escenas de muertes brutales y bizarras, que en nuestros días tienen categoría de culto, a pesar de su evidente falta de presupuesto. Entre estas escenas, tenemos el hachazo de Scotty a su novia Shelly, el palazo con decapitación de Ash a su novia Linda, Ash arrancándole los ojos a Scotty y cuando los cuerpos poseídos de Scotty y Cheryl se pudren una vez que Ash se deshizo del libro maldito.

    Otro de los grandes aciertos del film, es su ingeniosa y original puesta en escena, que estaría fuertemente ligada a la falta de recursos y la necesidad de ser ingenioso para impactar. Comenzando con la elección de la destartalada cabaña en la que transcurre la mayor parte de la trama, ubicada en Morristown, Tennessee, que a todo esto no contaba con agua potable y que se convertería en un símbolo de la precariedad para el reparto y el equipo técnico, durante los tres meses que duró la filmación. Por otra parte, la alocada y endemoniada cámara de Tim Philo en las escenas en el bosque, que terminaría siendo uno de los distintivos de Sam Raimi, en la que el director permite que el espectador sienta cómo se avalanza la fuerza maligna del bosque. Ya fuese sobre una bicicleta o sobre un precario carro, el desplazo de la cámara entre árboles, raíces expuestas y baches resulta demencial. No obstante, la auténtica baza que tiene esta película como ya mencioné anteriormente, son los efectos que el director le añade a su trabajo para reforzar la sensación de desasosiego que genera todo el lugar. Durante todo el metraje, el director añadirá de forma muy inteligente y con un buen saber hacer, planos que tratan de sorprender al espectador. De multiplicar lo extraordinario de los insólitos sucesos. La música brillantemente elegida con un gran cuidado. Se nota que se quiere integrar en la cinta y enriquecer lo que vemos con ella. Todo este trabajo realizado por Sam Raimi lo notaremos sobre todo en la primera parte, porque luego encontraremos básicamente el cielo para los amantes del gore. Con esos efectos especiales artesanales, que tanto se prodigaban en las películas de este género en los años ochenta. El montaje, no exento de errores, estuvo a cargo de Edna Ruth Paul, quien tuvo de asistente a un joven Joel Cohen, quien años después filmaría con su hermano Ethan algunos filmes interesantes.

    Las actuaciones son bastante flojas, uno de los aspectos más deficientes del film. No lo sabría en su momento, pero Bruce Campbell iniciaría su camino a la categoría de actor de culto de la mano de su alter ego, Ash Williams, que en esta cinta aún no trasciende para convertirse en el anti-héroe perfecto. Lo de Campbell es básicamente el espíritu del actor amateur que se convierte en legendario y el que vive por y para la película. No por nada, Bruce Campbell también funcionó como ayudante de cámara, montajista y otras labores técnicas. Ellen Sandweiss encarna a Cheryl, hermana de Ash. La chica que resulta violada por el bosque Betsy Baker es Linda, la novia de Ash, que resulta asesinada por él. Por cierto, Richard DeManincor encarnó a Scotty, novio de Shelly, es el otro hombre del grupo, que resulta conviertiéndose en rival de Ash. Y Theresa Tilly es Shelly que tiene “el novio del año”, al recibirlo con un certezo hachazo. Ya sea porque eran actores amateurs o porque estaban hartos de las pésimas condiciones en que se filmó la película o porque Sam Raimi gusta de “torturar” a sus actores, las actuaciones no pasaron a la historia como lo mejor del film.

    En definitiva, una película de culto que irrumpió de forma original y brutal, inaugurando en Estados Unidos una nueva forma de hacer cine de terror y gore, sin límites. Los tremendos movimientos de cámara, la iluminación, esa siniestra ambientación, el maquillaje y los efectos especiales, constituyen ésta imprescindible lección de cinematografía totalmente obligatoria para los fanáticos del género (no para cualquiera). Como curiosidad: el propio Stephen King, rey del terror, dijo en su momento que era la película de terror ferozmente más original del año.

    FilmeClub.com
    cine
    Un visitante
    5,0
    Publicada el 30 de abril de 2018
    ¨The Evil Dead¨ un título que a los niños y adolescentes ochenteros, dejaba sin poder dormir.
    En definitiva la ópera prima (sin contar el cortometraje ¨Within the Woods¨) maestra del director Sam Raimi, una película que ha dejado su huella como una de las mejores películas de horror de todos los tiempos. Inicio de una de las mejores sagas de todos los tiempos y dador de vida al que es considerado el mejor antiheroé del terror. Este largometraje hoy en día es lo que muchos consideran una verdadera joya del cine de serie B, que empezando como una pequeña idea de un joven Bruce Campbell y un joven Sam Raimi; junto con la ayuda de Robert Tapert, terminó siendo ¨la película más ferozmente original de la época¨ en las palabras de Stephen King.
    Posee un uso del gore sumamente magistral y único, que maravilló en su época, su uso de efectos especiales que asombró y a más de uno aterró.
    En The Evil Dead, se le presenta al espectador una trama lineal y concreta, pero que sirve para juntar todos los elementos como si partes de un rompecabezas sangriento y terrorífico se tratara, con elementos como el famoso ¨Necronomicón¨, proveniente del universo lovecraftiano, que solo ayuda a aumentar la euforia de la misticidad del film.
    En la actualidad, desgraciadamente, se considera que sus efectos son difíciles de ver, pero debido a lo arcaicos que son; lo cual desanima a muchas personas que al escuchar esta crítica no se toman el tiempo de intentar disfrutar de esta obra; además un factor muy desalentador es el de la consideración de que las actuaciones son vagas y flojas, pero eso ya dependerá de la interpretación que el vidente posea.
    Una película que sin duda, si se es verdadero fan del terror, encantará a quien la vea. Un 10.
    Tony Montana
    Tony Montana

    1.177 usuarios 84 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 23 de mayo de 2015
    Para mí es una de las mejores películas de terror de los años 80, su mezcla de terror y humor la convierte en una película de culto para los amantes de este tipo de películas, de hecho pasados más de 30 años muy pocos films la superan. Las actuaciones no son muy espectaculares a excepción de la de Bruce Campbell. Los efectos especiales son una pasada, siempre comparándolos con la época en la que se hicieron. La dirección de Sam Raimi es muy buena, a pesar de ser su primera película ya que solo había realizado 2 cortos con anterioridad.
    ¿Quieres leer más críticas?
    • Las últimas críticas de SensaCine
    • Las mejores películas
    • Las mejores películas según los medios
    Back to Top