Miel de naranjas : los secretos del rodaje

Han pasado cinco años desde que el director Imanol Uribe completó su última película, 'La carta esferica' (2007). En los últimos tiempos ha espaciado más sus trabajos, aunque durante los ochenta y noventa fue uno de los directores españoles más prolíficos de su generación.

Uribe, que siempre se ha caracterizado por realizar un cine reivindicativo de fuerte raigambre política, se dio a conocer con la película 'La fuga de Segovia' (1981), basada en hechos reales sobre un grupo de presos de ETA que logró escapar de una cárcel. Continuó explorando las entrañas del conflicto vasco con 'La Muerte de Mikel' (1984), la historia de un miembro de la izquierda abertzale con tendencias homosexuales que fue interpretado por Imanol Arias.

Le seguirían películas como 'Adiós pequeña adiós' (1986), 'La luna negra' (1989) y uno de sus primeros grandes éxitos, 'El Rey pasmado' (1991), en la que Gabino Diego interpretaba al rey Felipe IV. Le seguiría su película más emblemática, 'Días contados' (1994), ganadora de nueve premios Goya, entre ellos el de Mejor Película. A partir de ese momento su estela comenzó a declinar. Se llevó una polémica la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián con 'Bwana' (1996) y firmó películas como 'Extraños', 'Plenilunio' o 'El Viaje de Carol'.

El guion de 'Miel de naranjas' lo descubrió Imanol Uribe en un importante certámen de guiones de cine. Está inspirada en acontecimientos reales, lo que le hizo al director interesarse más por la historia. Además, trata un periodo al que se le podía sacar mucho partido cinematográfico y que permitía de paso escarbar en la trastienda del franquismo.

La autora del guion, Remedios Crespo, se basó en las experiencias de su padre durante la época en la que trabajó en los Juzgados de Sevilla. Gracias a él, pudo enterarse de las anomalías y de las falsas acusaciones que se vertían contra muchos ciudadanos que eran condenados por delitos que no habían cometido. Todas estas anécdotas que le contó su padre fueron sin duda el germen del proyecto y su fuente de inspiración. Un minucioso proceso de investigación, hizo el resto.

La película se inicia centrándose en el personaje de Enrique (Iban Garate), de su enamoramiento de Carmen. Se trata de un joven todavía inmaduro, que no ha tenido tiempo para curtirse y darse cuenta de los problemas que hay a su alrededor.

Ese personaje y su paulatina toma de conciencia será el eje para introducirnos en una realidad latente que nos llevará desde su perspectiva personal a la problemática global de aquellos que tuvieron que someterse al yugo de la dictadura. De esta forma, Imanol Uribe construye un relato que es a la vez una historia intimista y también una reflexión acerca de la memoria histórica de nuestro país.

El director ha querido alejarse de los tópicos referenciales a los que estamos acostumbrados cuando vemos películas de la época franquista. Por eso no ha querido mostrar ni miseria ni pesimismo, sino que ha intentado reflejar una situación lo más normalizada posible dentro de las circunstancias.

'Miel de naranjas' se desarrolla tanto de día como de noche. Su escenario es el Sur, la provincia de Cádiz, por lo que se ha intentado captar su luz y claridad, aunque esto se ha contrapuesto a aquellas escenas filmadas de noche, donde se apodera de la pantalla el mundo de las sombras, de los secretos, de lo que se quiere ocultar, inspiradas en las películas clásicas de los años 30 y 40.

No es la primera vez que Karra Elejalde trabaja con Imanol Uribe. Ya lo hizo en 'Días contados', en la época en la que se convirtió en actor fetiche de toda la generación de cineastas vascos que en la década de los noventa consiguieron insuflar aire fresco en el panorama cinematográfico español (Julio Medem, Juanma Bajo Ulloa, Álex de la Iglesia...).