"Expediente Warren: The Conjuring" es un extraordinario e impecable inicio de la franquicia "The Conjuring" (2013-2018), a cargo de James Wan. La familia Perron acaba de mudarse a una vieja casona en Harrisville. Sin embargo, lo que en un principio pareció una aventura idílica, terminará por convertirse en una pesadilla cuando la familia comience a ser acosada por presencias diabólicas, que los golpean e intimidan, incluso poseyendo a uno de sus integrantes. Ed (1926-2006) y Lorraine Warren (1927-) fueron una pareja de parasicólogos famosos por estudiar escabrosos y emblemáticos casos de fenómenos paranormales en Estados Unidos como el de la muñeca Annabelle, el de la familia Lutz en la casa de Amytiville, el poltergeist de Enfield, la aparición de Connecticut, el de la familia Smurl y el de la familia Perron, del cual trata la película en cuestión. Ed era el único demonólogo del mundo reconocido por el Vaticano sin formación exclesiástica, mientras que Lorraine una médium y clarividente profesional. A pesar de la muerte de Ed en 2006, Lorraine ha seguido dedicándose a la investigación paranormal en memoria de su esposo, hasta la fecha.
La génesis del film se remonta a varios años atrás, cuando Ed Warren presentó una cinta con una entrevista a los Perron sobre el bullado caso de posesión, al productor Tony DeRosa-Grund. Éste escribió un guión que estuvo dando vuelta casi 15 años entre los productores y estudios, hasta que New Line Cinema se interesó en el proyecto, y contactarían al director malayo James Wan para que lo encabezara, luego del éxito de "Insidious" (2011). Y es que en tiempos en que cuesta muchísimo hacer cine de terror, en donde no hay ideas originales y los efectos especiales hacen naufragar la trama de las películas del género, Wan, cual artesano, había sabido construir de a poco una buena reputación como películas como "Saw" (2004), "Dead Silence" (2007) e "Insidious" (2011), demostrando en estas dos últimas tener la habilidad para filmar historias de terror sobrenatural.
Y en el caso de "The Conjuring" (2013), Wan dará muestra de alcanzar el momento de su carrera al construir una historia correctamente estructurada, correctamente dosificada y lo más importante, muy inteligente. Puede que estuviese consciente de ello, pero Wan realizará un verdadero rescate del viejo pero efectivo cine de casas encantadas y fantasmas, que hasta ese momento se encontraba olvidado y que había sido parcialmente reflotado por "Paranormal Activity" (2006), acaso lo único rescatable del sobrevalorado film de Oren Peli de enorme éxito de taquilla. Así, Wan escarbará en los viejos clásicos de los 60s, 70s y 80s "The Haunting" (1963) de Robert Wise, "The Legend Of The Hell Huose" (1973) de John Hough, "Burnt Offerings" (1976) de Dan Curtis, "Terror In Amytiville" (1979) de Stuart Rosenberg, "The Changeling" (1980) de Peter Medak y "Poltergeist" (1982) de Tobe Hooper, para inspirarse.
A grandes rasgos, en principio, el guión desarrollado por Chad y Carey Hayes recrea los hechos verídicos sucedidos a los Perron, sin embargo, realizará un giro argumentativo fundamental para que la película explore las posibilidades del acoso y posesión demoníaca en sus formas más intimidantes.
Ciertamente, los Perron vivieron noches de horror en la vieja casona que habían comprado y llamaron a los Warren para que les ayudaran a superar el problema, no obstante, la verdad es que el problema se solucionó para ellos cuando abandonaron la casa, algo que "The Conjuring" (2013) descarta al hacer que el ente demoníaco se convierta en una fuerza maligna espiritual que desea consumir a sus víctimas, poseyéndolas donde quiera que éstas vayan. Además, el aspecto documental del film resalta, ya que en él Wan explora la rica tradición de brujería norteamericana de los siglos XVIII y XIX, en donde se desarrolla toda una historia de casi 200 años con pactos diabólicos, brujería y posesiones que llevan a asesinatos rituales o sacrificios de niños a manos de sus propias madres poseídas por espíritus demoníacos.
De esta forma, con un relato pausado pero bastante bien llevado, que incluirá construir el contexto de cotidianidad que poco a poco se va conviertiendo en una experiencia horrorosa, Wan incursionará con manifestaciones suaves de "infestación", como la aparición de sombras, objetos que vuelna y se caen y agresiones físicas menores, pasando luego a la "opresión", que incluye golpes, jalones y encierro a las víctimas en el sótano y otros sectores de la casa, hasta la "posesión", que se refleja en el control diabólico mental y física de la víctima, que regalará las escenas más impactante del film, con la víctima actuando de forma muy violenta y tratando de cumplir el objetivo demoníaco detrás, que es acabar con sus propios hijos.
Desde un punto de vista estético, la ambientación histórica está muy lograda. El vestuario y maquillaje, así como los decorados y los edificios, en concreto la vieja casona y la casa de los Warren cumplen con transportar al espectador a los 70s. La fotografía de John R. Leonetti ("The Mask", 1994) logra proyectar la sensación de un lugar abandonado y hostil en sus exteriores, y el de una caja opresiva, en su interior, lúgubre y de aspecto derruido, no sólo por el tiempo, sino por la corrupción. Otro aspecto destacable es la inteligente forma en que Wan incorpora los efectos especiales, en donde el encargado David Beaves y su equipo trabajan los efectos principalmente por medio de computadora para las escenas en que las víctimas son arrojadas violentamente contra las paredes y tironeadas por el cabello, además de la escena en que la madre es poseída y se realiza el exorcismo en el sótano de la vieja casona.
La música del film fue compuesta por Joseph Bishara, quien además actuó en la cinta, encarnando al fantasma de la bruja Bathsheba Sherman. Bishara, que ya había trabajado con Wan en "Insidious" (2011) tuvo libertad total para trabajar el score, en el que privilegió el uso de metales y sonidos cacofónicos para construir un efectivo clima de inquietud y angustia, sobre todo en el clímax de la cinta. El éxito de taquilla y crítica de "The Conjuring" (2013), con una inversión de US$20 millones y ganancias por casi US$ 320 millones, llevó a que Wan diseñara todo un "universo cinematográfico", que con altos y bajos, se ha convertido a la fecha en una de las más importantes franquicias del terror moderno. Así, se estrenaría "Annabelle" (2014) de John R. Leonetti, "The Conjuring 2: The Enfield Poltergeist" (2016) del propio Wan, "Annabelle: Creation" (2017) de David F. Sandberg, "The Nun" (2018) de Corin Hardy, "The Conjuring: The Devil Made Me Do It" (2021) de Michael Chaves y "The Nun II" (2023) igualmente de Michael Chaves, siempre con Wan como productor. Para los próximos años se estrenarían dos películas más, expandiendo la franquicia.
Las actuaciones son brillantes, en donde destacan sin duda las actrices Vera Farmiga y Lili Taylor, que cuentan con reconocida experiencia en el género. Cada una, cumple satisfactoriamente como la clarividente Lorraine Warren y la madre de familia, Carolyn Perron, la primera con una seriedad y cierto paroxismo de heroicidad y la segunda como un personaje supuestamente secundario termina por alzarse como protagónico. El reparto masculino, en cambio, está mucho más discreto y plano, comenzando por Patrick Wilson y Ron Livingston como Ed Warren y Roger Perron, que realmente no logran proyectar sentimientos de preocupación más allá de la interacción con sus compañeras. También encontramos en el reparto a Shanley Caswell, Hayley McFarland, Joey King, Mackenzie Foy y Kyla Deaver, como Andrea, Nancy, Christine, Cindy y April Perron, las hijas del matrimonio.
En definitiva, extraordinario e impecable film, que trae de vuelta el cine de suspenso y terror sobrenatural que tuvieran tanto éxito en décadas pasadas. Su mayor plusvalía está en el eficaz ritmo narrativo que le impregna su director, que logra incomodar y asustar sin problemas.
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