Adaptada de la novela de Joseph Finder, Paranoia es un thriller modesto que funciona bien sin tener que exigirse del todo. La película tiene una trama sencilla que al inicio es bastante tranquila por como Adam intenta ganarse la confianza de Goddard para cumplir las demandas de Wyatt. Adam es quien carga toda la intriga y es el personaje que sostiene el peso de la película. Más allá del buen aspecto que tiene por parte de Liam Hemsworth, Adam hace un planteo muy interesante con respeto al mundo de las corporaciones. Adam es una persona modesta que proviene de los suburbios y su meta es subir a la cima. Desea alcanzar una categoría social más alta y su motivo principal es su padre Frank. En la película vamos descubriendo que Frank fue solo un guardia de seguridad que no pudo llegar lejos y Adam no quiere tener el mismo destino. Adam quiere lo mejor para sí mismo y para su padre, que ahora está en edad avanzada. Pero Adam va dándose cuenta de que tratar de ganarse un puesto en lo más alto tiene un precio. Wyatt lo utiliza como herramienta para poder conseguir el último gran producto de Goddard y luego las cosas cambian cuando se descubre los verdaderos planes de Goddard. El punto aquí es que Adam es aprovechado por su situación social y económica para hacer algo ilegal a cambio de una fortuna. Lo que la película narra es una rivalidad entre dos ex-amigos dispuestos a hacer o que sea para tenerlo todo y Adam termina en el medio siendo usado solo como un medio. Adam obtiene buenos lujos al aceptar el trabajo, pero pronto se da cuenta de las consecuencias al involucrarse en algo que raya en lo ilegal. Adam recibe amenazas que atentan contra su vida y la de sus seres queridos si no cumple la tarea asignada. La película se va volviendo más intrigante a partir de ese punto y lo que a simple vista es un thriller común, su narrativa fácil termina siendo efectiva. La película puede pecar de ser cliché y tener algunos dispositivos avanzados que hacen que parezca un intento de película de James Bond. Pero el fuerte de esta película yace en la forma en que retrata como las compañías pueden recurrir a actos ilegales para eliminar la competencia. Algo que no necesitan hacer directamente, sino utilizar a alguien que haga el trabajo sucio para que luego este individuo sea el que cargue la culpa. Es como si el dueño de una empresa importante contratara a alguien en una situación precaria para llevar a cabo un robo con promesas de buena fortuna, pero este individuo terminaría siendo el que sufre las consecuencias mientras el empresario queda impune. La película incluso plantea pocos momentos reflexivos que hacen cuestionar el éxito social y como los poderosos pueden aprovecharse de los que menos tienen. Paranoia es una película interesante en ese aspecto y tiene cosas favorables en lo técnico y en el elenco. Liam Hemsworth, Gary Goldman y Harrison Ford hacen muy bien roles y el resto del elenco tampoco decepciona. Puede que Paranoia no sea una gran película, pero hay que reconocer que está infravalorada. Desde luego no se esperaba que fuera una gran película, pero tampoco debía tener tanta mala recepción en los medios cuando se estrenó. Sin la necesidad de ser la gran cosa, Paranoia al menos es un buen thriller que actúa con honestidad y efectividad. Es otra de esas películas olvidadas de los 2010 que al menos son para volver a recordar los inicios de aquella década. Mi calificación final para esta película es un 8/10.
EL PODER DEL DINERO El poder del dinero; que podemos ver con el enfrentamiento de poderes económicos, del espionaje industrial o la falta de escrúpulos y ambiciones del argumento de este trabajo, que modesto, entretiene.
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3,0
Publicada el 2 de marzo de 2014
Con tintes claros en referencia a la "Tapadera" de Tom Cruise pero con aires de grandeza hacia "Wall Street" de Michael Douglas y Martin Sheen no cumple ninguna de ambas perspectivas; se queda en un proyecto más de enorme aspiración pero de efecto neutro, resultado poco satisfactorio que no explota todas sus posibilidades. A la falta de emoción y tensión de la trama se le une su languidez, un indolente y débil proceder al que no es difícil anticiparse; poco material, poca acción para tantos frentes abiertos. El renombre de sus veteranos protagonistas -Gary Oldman y Harrison Ford- y el atractivo físico de su perdido novato que les acompaña y lidera en toda una supuesta jugada espectacular de poker, un jaque mate directo al rey es tan vacío, poco interesante y atractivo que no se libra de un tufo de guión televisivo con presupuesto de gran pantalla, una primera línea a la que se aspira pero que requiere unos requisitos mínimos más allá de dos estrellas, un guapo, un suave romance y una endeble trama, tan tibia y ligera que no logra ni calentar al personal. Toda una "Paranoia" observar como "El poder del dinero" compra una entrada directa a primera clase y muchos otros, con más calidad y mejor guión, historia y contenido no encuentran patrocinador que les consiga un mínimo hueco en la sala de los cines; el mundo del Séptimo Arte al revés para pena y desgracia del público asistente. Película de consumo rápido, fácil digestión, sin molestos efectos secundarios que te hagan pensar o reflexionar mínimamente, que gusta sin saciar -más por consideración lastimosa y de conformismo que por efectividad latente- y de pronto, veloz olvido. Consumela si es tu elección y no pienses mucho; agrada si no exiges demasiado
esta bien para pasar un rato agradable en el cine. me sorprendio gratamente. te engancha desde el principio y te hace seguir la trama,q es muy entretenida. la recomiendo.