"3 bodas de más" resulta una película muy imaginativa, a veces sarcástica y a veces parodia de los rasgos y el carácter de la vida amorosa contemporánea. Personas que no son lo que parecen, engaños, malentendidos, miedo al rechazo, falta de compromiso, en fin, el pan nuestro de cada día. Para mostrarnos lo difícil que resulta poder reconocer a esa persona especial que, muchas veces, no está tan lejos como podría parecer. Todo ello aderezado con un sentido del humor salvaje, soez y ordinario, pero también irónico y mordaz.
El director Javier Ruiz Caldera tiene la habilidad de saber mantener el ritmo, con varios gags hilarantes y unos personajes bien definidos con unos pocos rasgos. No es necesario más para construir un retrato tremendamente divertido, un sólido guion con los elementos clásicos del género y un puñado de actores con buenas dotes para la comedia. ¡Ah! y una banda sonora muy ochentera, donde destaca "Carrie" de Europe que su protagonista canta a voz en grito mientras conduce.
La gran revelación de esta película es Inma Cuesta, una actriz que había demostrado su valía en dramas como "La voz dormida" o "Grupo 7", pero de la que desconocíamos sus dotes para la comedia. Su personaje es una especie de Bridget Jones hispana que se muestra romántica, desesperada o desinhibida, en función de los hombres con los que sale. Sorprende, sobre todo, por su naturalidad.