Esta producción filipina se presentó en el Festival de Cannes del 2013.
En 1946 se estrenó otra película bajo el mismo título que abordaba los mismos acontecimientos producidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuando le preguntaron al director Adolfo Alix Jr. como surgió la idea de la película respondió: "Cuando era joven, mi abuelo me explicaba historias sobre la Segunda Guerra Mundial y la marcha de la muerte de Bataán. Era muy interesante y me rompía el corazón escuchar la lucha de esos soldados para sobrevivir a una experiencia tan dura. Se me quedó grabado y tras lidiar con la locura y el aislamiento con mis películas anteriores, Liberation y Kalayaan, me pareció una buena idea cerrar la trilogía con Death March, ya que ofrece una perspectiva sobre los efectos psicológicos de dicho evento para aquellos que estuvieron involucrados."