de 'la lista de schindler' a ésto.
la compleja tarea de resucitar un clásico de la comedia absurda recae ahora sobre los hombros de liam neeson, cuya sola presencia dota al proyecto de un magnetismo singular. aunque el arranque no termina de convencer del todo, pronto se abre paso el humor característico: el desfile de escenas torpes, situaciones inverosímiles y ocurrencias tan estúpidas como ingeniosas que siempre han definido el universo de frank drebin.
los diálogos, herederos directos de aquel ingenio que marcó a toda una generación, se mantienen frescos y chispeantes, demostrando que la esencia de la saga aún palpita. entre los momentos más logrados, destaca una secuencia televisiva que, con su ironía y atrevimiento, alcanza un nivel magistral dentro del género. sin embargo, conviene señalar que, a lo largo del metraje, la hilaridad no alcanza las cotas desbordantes de la trilogía encabezada por el inolvidable leslie nielsen.
la película se disfruta, sí, como un entretenimiento ligero y eficaz, pero no consigue superar —ni igualar— el listón que dejaron las entregas originales. la risa fluye, aunque menos generosa, y el cierre deja un regusto algo seco, como si hubiera faltado un último golpe de locura al nivel de aquel delirio final de 'the naked gun 3'.
en definitiva, se trata de un ejercicio digno, con aciertos puntuales y un carisma que por momentos brilla, pero que no logra convertirse en la heredera plena de su legado. una comedia disfrutable, aunque más para pasar el rato que para instalarse entre las grandes cimas del humor cinematográfico.