'71
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Elvis Del Valle
Elvis Del Valle

232 usuarios 691 críticas Sigue sus publicaciones

4,5
Publicada el 6 de junio de 2025
Ambientada durante un violento conflicto social y vista desde la perspectiva de un joven cadete, ‘71 es una intensa experiencia que pone al espectador en los zapatos de un soldado enviado a una misión sin tener idea de los horrores que le esperan. La película ofrece un vistazo al conflicto conocido como The Troubles que tuvo lugar en Irlanda del Norte y que es conocido por una serie de enfrentamientos extremadamente violentos como consecuencia de las acciones del gobierno que afectaron negativamente a las personas católicas. En el ámbito histórico es sabido que el conflicto de Irlanda ha tenido una larga duración debido al desacuerdo que había entre los irlandeses republicanos que apoyaban a Inglaterra y los irlandeses católicos que estaban en contra. El título de la película es una mención explícita al año en el que está ambientada y es en el año 1971 donde el gobierno inglés puso en marcha los internamientos sin juicio previo. Una serie de arrestos donde los blancos eran personas sospechosas de pertenecer al IRA. Es a partir de aquí donde comienza el desafortunado viaje del soldado Gary Hook. La primera misión a la que él es enviado consiste en uno de estos arrestos y la descontrolada reacción violenta provocada por estas medidas hacen que Gary termine extraviado. Desde la perspectiva de este soldado se va viendo la violenta situación por la que Irlanda estuvo pasando. Aunque no se trata de una película bélica, se puede sentir ese sentimiento de terror que un soldado tiene al estar en el campo de batalla. También sabe retratar bastante bien el nivel de violencia que hay en los conflictos sociales similares a los de Irlanda. La experiencia de ver esta película es completamente intrigante e intensa hasta al final. Tiene un muy buen ritmo y su dirección mantiene la intriga intacta a lo largo de la historia. La llegada de Gary al territorio de Belfast da comienzo a este viaje que no deja de ser atrayente y se espera que Gary logre salir con vida. La película propone al interesante al estar narrada desde la perspectiva de Gary y es que hasta los mismos soldados u oficiales que son enviados a misiones peligrosas pueden también ser víctimas. Existen diálogos claves en los que se menciona a Gary como si fuera el hijo de alguien o que solo es un pedazo de carne que el gobierno puede desechar. Son diálogos que tienen mucho sentido debido a como Gary es un soldado que quiere servir a su país como si luchara por la justicia, pero termina encontrándose en una situación que le hace dudar de su rol. La película termina ofreciendo una muy buena historia sobre cómo los jóvenes soldados son usados como simples peones y acaban expuestos en horribles situaciones donde pierden la vida o terminan con un trauma. ‘71 logra sentirse bastante realista en todos los aspectos y eso la convierte en una de las mejores películas del cine británico. Aunque no es muy conocida, merece una oportunidad. Mi calificación final para esta película es un 9/10.
Francisco Jesus V.
Francisco Jesus V.

14 usuarios 17 críticas Sigue sus publicaciones

4,0
Publicada el 24 de mayo de 2015
Desde el sofá de casa.
Los hechos suceden en Irlanda, 1971. Nos muestran la pugna dentro del Ira, sus tejemanejes con la policía Británica, atentados, asesinatos, brutalidad policial y entre medio la experiencia que vive un soldado olvidado por su sección durante un incidente. Esta es la historia de un soldado que lucha por sobrevivir.
Es una muy buena película que te engancha desde el principio. Excelente historia basada en hechos reales. Totalmente recomendable.
Lourdes L.
Lourdes L.

131.352 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 25 de enero de 2015
"Cuidamos de los nuestros en el ejército", pues ¡imagínate de los otros!; sentencia de vaticinio maléfico y concluyente que abre los ojos a un joven recluta, ilusionado de su uniforme y forma de vida elegida, de destino martir recordado y venerado aún no confirmado, usado como ficha canjeable y reemplazable por ambas partes, buenos y malos, no tan decentes unos/no tan malvados los otros, en una barajada de tortilla escalofriante y al unísono donde se combinan e incluyen sólo los ingredientes selectos despojando el resto a la basura.
The Boomtown Rats tienen una canción "I don´t like mondays" que habla de un tiroteo de una escuela del estado de Georgia por un alumno a quien no le gustaba ese día de la semana; aquí, en la Belfast del 71, todo los días son lunes, un lunes que siempre acontece después de un "Domingo sangriento", menos explosiva, más rígida pero igual de mordaz y auténtica a a la cual mira con respeto, orgullo de esa recreación magnífica, franca y palpable en cada oscura y claustrofóbica callejuela de esa tirante ciudad nominada como "el vado arenoso en la desembocadura del río", dura, agónica y cruel, puro caos terrorífico, agónico y al límite donde nadie resulta ser quien dice ser sólo aquellos obreros rasos, manejados como títeres que corren el riesgo físico en su persona, con matanza del alma y su pura esencia incluida -fallezca el cuerpo o no- por unos ideales de venta patriótica, soberbia publicitada pero realidad apestada.
Porque empiezas la película esperando ese suceso accidental, o no, por el cual el novato soldado se convierte en liebre a cazar por sus perseguidores, unos 10 minutos de espera bien conformados, elaborados y proyectados que preceden al acoso apoteósico de tiro al blanco, de supervivencia extrema en tierra hostil, de coyuntura sobre cómo escapar de esa ratonera, laberinto asfixiante donde no sabes en quién confiar ni hacia dónde dirigirte sólo que, cuando ésta llega, resulta ser más un juego de estratagema, de maniobra y táctica al servicio de un conflicto bélico supervisado y controlado, toda una tensa y contaminada partida de ajedrez con su rey, alfil y torres ideando como salir airosos de la situación presentada sin perder la cabeza mientras los peones de base son movidos según necesidades y utilidades, ya sea como escudo, arma u objetivo a eliminar, más una asamblea bursátil de intereses ocultos a negociar/partida de póker para determinar el sacrificio de los corderos que un simple enfrentamiento católicos contra británicos porque, protestante o no, creyente o agnóstico va a resultar difícil digerir lo que tus ojos traicionados vieron así como la suciedad de despacho y capitanes con la que has topado.
Tras esa primera sorpresa de menos acción, gravitación y adrenalina frenética de lo esperado te acoplas a la situación y dibujas, a la vez que el aturdido y machacado protagonista, ese enredo de mapa donde quién es quién es una incógnita de descifre esperpéntico por la respuesta encontrada y donde, por momentos, te pierdes y distancias por tanta elucubración, secretismo y traición a dos bandas para reincorporarte al aparecer la desesperación, confusión y humanidad de quien sólo quiere sobrevivir a dicha pesadilla y horror encontrando, por el camino, que los previstos canallas no son tan perversos y que los honestos y virtuosos al mando de su vida y futuro son asesinos de guante blanco que nunca se ensucian las manos aunque tengan el corazón podrido.
Al igual que el virgen acorralado, estás dudoso ante su efecto provocado, ansioso por su resolución, expectante por su incredulidad, asqueado por la negociación de vidas, perplejo por el realismo vertido y no tan eclipsado ni satisfecho como la crítica de su venta había augurado; gran pericia, arte y habilidad en las angustiosas y ardientes interpretaciones, en la frialdad y hostilidad escénica, en la obsesiva militancia de ideales forjados a puñal y sangre, en la configuración del tablero donde se jugará la partida, en la destreza y talento expositivo de la verdad mancillada/la mentira como reina, en encumbrar la percepción y sensibilidad por encima de disparos y carreras, en el desconcierto de los hechos para poder etiquetar a cada uno según se esperaba, en la certeza atropellada de lo blanco no ser tan puro ni lo negro tan oscuro, un endemoniado estar todo el campo plagado de unos mareantes grises cual mina a punto de estallar si te equivocas..., todo ello con una mirada donde sientes con fuerza y vigor la ferviente lucha que tiene lugar a pie de calle, en su contacto persona a persona/cuerpo a cuerpo, la ferocidad de sus angustiosos sentimientos, la duda temblorosa de sus verdugos ejecutantes pero te separas y alejas de las argucias astutas y calculadas de los jefes mandamases, fidelidad sentida para los que juegan a ras de suelo, gélida y perdida sensación opaca para quienes dirigen el cotarro; aunque la narración confirma el notable reseñado, tus impresiones y vivencias no llegan tan lejos al absorber, con pasión y preocupación, al desnudo chaval de batalla y semejantes del otro lado pero no tastar con tan sentido sabor a sus gobernantes y dirigentes así como el complot que ocultan.
Una pequeña/correcta/perfilada muestra de lo mucho que dio de sí el conflicto irlandés, tantas veces reflejado con gran acierto y esmero en pantalla pero no es la mejor de ellas, te quedas con la sensación de esperar más sensaciones, valga la redundancia, furor y potencia, una inquietud, tubarción y conjoga no sólo mental, también a flor de piel con un corazón y alma que se sobresalten ante tanto estupor y desvergüenza de jugar a las damas a ver quien vive o muere, una parálisis de choque y eclipse consciente que no se percibe con la misma intensidad en tus carnes, en tu desasosiego, en tus emociones latentes.
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