La Lola se va a los puertos

La historia transcurre en la segunda mitad del siglo XIX, teniendo como escenario principal la isla gaditana de San Fernando. Lola se ha aventurado a emprender una nueva travesía partiendo desde dicho puerto, siendo Sanlúcar de Barrameda su próximo destino para juntarse con Don Diego, un hombre realmente adinerado que la lleva cortejando desde hace mucho tiempo. El primogénito del acaudalado varón, José Luis, ya tuvo ocasión de conocer a la joven en una actuación que la prometedora artista llevó a cabo en territorio andaluz.

Este hecho provoca que, cuando cruzan sus caminos de nuevo, comiencen a entablar una buena relación de amistad que todo el mundo piensa que acabará convirtiéndose en algo más. Esto provoca que la pareja del susodicho se disponga a tomar cartas en el asunto, sobre todo porque según se van desarrollando los acontecimientos se siente cada vez más celosa por la confianza que su chico está cogiendo con la protagonista. Tal es su enfado que, aprovechando la celebración de un evento multitudinario en un local perfectamente preparado para la ocasión, intenta hacer todo lo que esté en su mano para conseguir que Lola se desmoralice y deje de inmiscuirse en sus asuntos.