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La moral y la ética de la guerra tecnológica
Para analizar esta película como con todas que tratan un tema histórico/político, entiendo que debe ser analizada desde dos puntos de vista ( y mas una cinta así) el cinefilio y el histórico/político. En los dos aspectos la historia es muy buena.
Artístico
Con unas interpretaciones mas que correctas sobre todo la de Helen Mirren en el papel de Coronel, la historia se sitúa en diferentes escenarios fijos, en los que se desarrolla la historia que en realidad tiene menos que ver con la guerra de lo que parece y si con los dilemas personales, éticos, morales políticos… que tienen que afrontar los personajes a raíz de los acontecimientos que suceden en la trama del filme.
Es sin duda una película de actores en la que por contra de lo que normalmente se ve en estos días, todo lleno de efectos especiales y rollos efectistas, se centra no solo en las interpretaciones y en los sentimientos y problemas éticos que tiene una persona que se enfrenta a una responsabilidad y actua según le afecta y esta mas lejos o más cerca del problema.
Una cinta de verdad, con mayúsculas.
Histórico/político
Queda claro que hemos entrado en una nueva era. Sin duda, vivimos en un tiempo en el que la información es mucho más accesible para todos; internet y su libertad para poder dar publicidad en tiempo real a acontecimientos por parte de cualquier persona del planeta, esta haciendo plantearse a aquellos que antaño realizaban actos de guerra, de forma mas o menos impune, cuestiones morales, políticas que sin duda antiguamente no se plantearon.
En un momento histórico como este y como se admite en esta cinta; Quien gana la batalla de la información, gana las guerras. Eso provoca que en primer lugar el mundo se haya vuelto un lugar en el que los gobiernos estén mas controlados por el pueblo a la hora de poder hacer lo que les venga en gana y tengan que actuar con mayor rigor y responsabilidad, aunque lamentablemente, la guerra es la guerra, las mentiras son mentiras y como se cita al inicio de la película:
La verdad es la primera victima de la guerra.
Esquilo ( Eleusis, 525 a. C.-Gela, 456 a. C.)
Para analizar esta película como con todas que tratan un tema histórico/político, entiendo que debe ser analizada desde dos puntos de vista ( y mas una cinta así) el cinefilio y el histórico/político. En los dos aspectos la historia es muy buena.
Artístico
Con unas interpretaciones mas que correctas sobre todo la de Helen Mirren en el papel de Coronel, la historia se sitúa en diferentes escenarios fijos, en los que se desarrolla la historia que en realidad tiene menos que ver con la guerra de lo que parece y si con los dilemas personales, éticos, morales políticos… que tienen que afrontar los personajes a raíz de los acontecimientos que suceden en la trama del filme.
Es sin duda una película de actores en la que por contra de lo que normalmente se ve en estos días, todo lleno de efectos especiales y rollos efectistas, se centra no solo en las interpretaciones y en los sentimientos y problemas éticos que tiene una persona que se enfrenta a una responsabilidad y actua según le afecta y esta mas lejos o más cerca del problema.
Una cinta de verdad, con mayúsculas.
Histórico/político
Queda claro que hemos entrado en una nueva era. Sin duda, vivimos en un tiempo en el que la información es mucho más accesible para todos; internet y su libertad para poder dar publicidad en tiempo real a acontecimientos por parte de cualquier persona del planeta, esta haciendo plantearse a aquellos que antaño realizaban actos de guerra, de forma mas o menos impune, cuestiones morales, políticas que sin duda antiguamente no se plantearon.
En un momento histórico como este y como se admite en esta cinta; Quien gana la batalla de la información, gana las guerras. Eso provoca que en primer lugar el mundo se haya vuelto un lugar en el que los gobiernos estén mas controlados por el pueblo a la hora de poder hacer lo que les venga en gana y tengan que actuar con mayor rigor y responsabilidad, aunque lamentablemente, la guerra es la guerra, las mentiras son mentiras y como se cita al inicio de la película:
La verdad es la primera victima de la guerra.
Esquilo ( Eleusis, 525 a. C.-Gela, 456 a. C.)
De interés creciente desde el primero hasta el último fotograma, la película cuestiona
la ética y la legalidad en operaciones militares de distinta condición con decisiones imposibles de tomar
sin que afecte a los sentimientos humanos. Objetiva y aséptica mirada de su director,
Gavin Hood. Y atención a las nuevas guerras que se nos presentan con la aplicación de
los llamados drones. .ABSORBENTE. .3 sobre 5. ..PICARD..
la ética y la legalidad en operaciones militares de distinta condición con decisiones imposibles de tomar
sin que afecte a los sentimientos humanos. Objetiva y aséptica mirada de su director,
Gavin Hood. Y atención a las nuevas guerras que se nos presentan con la aplicación de
los llamados drones. .ABSORBENTE. .3 sobre 5. ..PICARD..
Espías Desde El Cielo (2015).
Dos de los países más intervencionistas y genocidas de la Historia se la "cogen con un algodón" cuando se trata de llevar a cabo la ejecución de un líder terrorista en suelo keniata, al valorar los daños colaterales de dicha misión protagonizada por drones militares. La inocente víctima en cuestión es una niña que es observada por los satélites espías, y que se encuentra dentro del radio de acción de la onda expansiva del misil a enviar.
El director de Lobezno, quien se reserva un papel secundario en la película, nos hace preocuparnos durante los 100 minutos que dura el largometraje de las víctimas potenciales, y casi nos hace creer que realmente los gobiernos y ejércitos estadounidenses y británicos dudarían tanto en llevar a cabo una misión que salvarían potencialmente muchas vidas, matando a la citada cría.
El reparto es lo mejor de la cinta, encabezado por los veteranos Helen Mirren y el tristemente desaparecido Alan Rickman en el último papel de su carrera. Décadas han pasado desde que hiciera la vida imposible a B. Willis en aquel rascacielos. Los acompaña Aaron Paul, tras su catapultada presencia en "Breaking Bad"; y Barkhad Abdi, el pirata de "Capitán Phillips", aquí en un papel mucho más bondadoso.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
Dos de los países más intervencionistas y genocidas de la Historia se la "cogen con un algodón" cuando se trata de llevar a cabo la ejecución de un líder terrorista en suelo keniata, al valorar los daños colaterales de dicha misión protagonizada por drones militares. La inocente víctima en cuestión es una niña que es observada por los satélites espías, y que se encuentra dentro del radio de acción de la onda expansiva del misil a enviar.
El director de Lobezno, quien se reserva un papel secundario en la película, nos hace preocuparnos durante los 100 minutos que dura el largometraje de las víctimas potenciales, y casi nos hace creer que realmente los gobiernos y ejércitos estadounidenses y británicos dudarían tanto en llevar a cabo una misión que salvarían potencialmente muchas vidas, matando a la citada cría.
El reparto es lo mejor de la cinta, encabezado por los veteranos Helen Mirren y el tristemente desaparecido Alan Rickman en el último papel de su carrera. Décadas han pasado desde que hiciera la vida imposible a B. Willis en aquel rascacielos. Los acompaña Aaron Paul, tras su catapultada presencia en "Breaking Bad"; y Barkhad Abdi, el pirata de "Capitán Phillips", aquí en un papel mucho más bondadoso.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
“La verdad es la primera víctima de la guerra “ Así comienza esta película que recomiendo. Es muy actual sobre la paz y la guerra, las estrategias, los daños colaterales, la des humanización y el miedo a la mediatización de los gobiernos, que entienden que las revoluciones se cuecen en las redes sociales. Lugar también donde se produce el adoctrinamiento.
Tensa, pero me parece que le falta fuerza, llega a ponernos atentos al drama, pero al final deja la sensación que le falto algo mas. Las actuaciones de la protagonista principal y el recientemente fallecido actor buenas, el resto del elenco flojos (salvo el actor somalí), pero en el colmo, se ve en la peor actuación, el de la pareja de pilotos del dron, me dieron ganas de llorar por tan feo trabajo. Linda la niña.
Interesante film que nos pone nuevamente en la guerra "EE.UU vs Medio Oriente" pero ésta vez, desde el punto de vista de dos soldados que manipulan esos drones que sobrevuelan las ciudades sin ser detectados. Una película que hace mucho incapié en las sensaciones de los soldados y el valor de decir "no" o dudar de las ordenes de sus superiores... y por otra parte, todo el proceso que se debe llevar a cabo para poder lanzar un misil hacia un pueblo que puede llevarse decenas de vidas.
Aaron Paul está impecable (y sigue demostrando su gran talento después de Breaking Bad), lo mismo que Helen Mirren quien es la verdadera protagonista aquí. Por otro lado, vemos a un Alan Rickman soberbio y colosal en uno de sus últimos films.
Muy buen trabajo de Gavin Hood (X-Men orígenes: Wolverine, El juego de Ender).
Aaron Paul está impecable (y sigue demostrando su gran talento después de Breaking Bad), lo mismo que Helen Mirren quien es la verdadera protagonista aquí. Por otro lado, vemos a un Alan Rickman soberbio y colosal en uno de sus últimos films.
Muy buen trabajo de Gavin Hood (X-Men orígenes: Wolverine, El juego de Ender).
Mejor de lo que me esperaba así que encantado con esta película que me ha dejado helado después de su desarrollo y confundido después de su final, no me lo esperaba.
La película está bien, es entretenida pero hacernos creer que hay tanto dilema ético en gente con preparación militar de primer nivel, entrenados para matar y que van a luchar a las peores guerras cuesta mucho creerlo. Lo de los politicos es más creíble, siempre pensando en la publicidad lo cual tampoco los hace moralmente superiores.Y sí, es cierto, hay intervenciones militares en países de los cuales no sabemos ni el nombre pero así es y hay militares luchando en ellas.Así son las cosas.Vamos que la peli empieza bien pero va perdiendo a medida que avanza, porque la historia pierde credibilidad.
Cambalache. “el mundo fue y será una porquería…” con estas palabras el brillante dramaturgo, cineasta y compositor argentino Enrique Santos Discepolo comenzaba su legendario tango que a través de los años se convertiría en un retrato siempre vigente, no importa la fecha, de la actualidad. Y de estas inmundicias habla esta película. Al igual que en Good Kill aquí se plantea la encrucijada moral que resulta de la matanza a control remoto vía drones de supuestos terroristas y de los eufemísticamente llamados “daños colaterales”, es decir de la indiscriminada masacre de civiles inocentes ya sean niños o viejos, madres o discapacitados, enfermos o pacifistas. En el antecedente que mencioné el dilema ético se mostraba en el personaje que apretaba el botón del disparo mortal interpretado por Ethan Hawke y aquí también (en este caso actuado por Aaron Paul), pero con el agregado de que esa disyuntiva vital se traslada también a toda la pirámide de decisión, desde los militares al mando, pasando por los asesores y culminando en las cabezas políticas que son en definitiva quienes toman esas criminales decisiones. Un guión muy bien estructurado y una dirección firme le imprime a este filme un ritmo muy ágil y el suspenso se acrecienta hasta el final en un thriller que, según creo, te resultará muy entretenido. Ahora bien, más allá de los disyuntivas que padecen los hombres y mujeres que manejan los drones mortales cuestionando la degradación de los valores, las mismas lágrimas y la pesadumbre del resto de los burócratas políticos y militares es un tema que cada uno de nosotros discernirá si creer o no. Personalmente, aunque estuve muy entretenido y atrapado por el suspenso, yo no les creo.
Poco ruido y pocas nueces. La verdad es que no logra engancharte hasta que no comienza los dos minutos de tensión que hay, una vez ahí, te engancha, (demasiado tarde, esta acabando). Mucha verborrea para acabar siempre igual. La mayor parte de la película es lenta, aburrida y soporífera, tienes la sensación de haberla visto ya. Gracias a Dios que las interpretaciones son buenas y es lo que salva al metraje.
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