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    Requisitos para ser una persona normal
    Críticas
    2,5
    Regular
    Requisitos para ser una persona normal

    Los beneficios de querer ser raro

    por Paula Arantzazu Ruiz

    Leticia Dolera parece que tiene unas cuantas dudas acerca de lo que significa ser una persona normal o con la idea de qué es encajar en lo normal o sobre si existe algo que podríamos denominar como tal. Se palpa en la historia de su debut como director, Requisitos para ser una persona normal, y, peor, se intuye como un inmanente interrogante.

    No me malinterpreten, el salto al largometraje de la actriz de REC se beneficia de eso que llaman encanto -es decir, una atmósfera de dulzura indie y coloridos ambientes, sonidos de ukelele y demás recursos deliciosos que de un tiempo a esta parte hemos visto en comedias románticas estadounidenses de corte independiente-; pero más de una ceja debería levantarse al ver que el éxito de la normalidad, según pone en pantalla Dolera y sin atisbo de ironía, es un casto beso bajo la lumbre del Ikea, la mejor empresa del mundo a juzgar por la presencia recurrente de la compañía sueca en toda la película.

    Dolera sí sabe, por el contrario, mostrar con convicción el ensimismamiento de su algo perdida protagonista mediante el buen trabajo de Jordi Llodrà, quien en el papel de Álex, hermano de María de las Montañas y con síndrome de Down, evidencia la inútil misión del personaje encarnado también por Dolera. Del mismo modo que su hermana, Álex trata de huir de ese estigma de raro que podría perseguirle como una marca de nacimiento, pero a la inversa que ella, él sí parece quererse a si mismo pese a todo. O mejor dicho, quererse con todo y sin necesidad de elaborar la lista del arquetipo de adulto. A estas alturas, deberíamos saber que en realidad eso no existe.  

    A favor: Jordi Llodrà y el reparto de secundarios.

    En contra: Que se pierde en su inconsistente universo naif.  

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