Guillermo Prim Altamira es un hombre de México que ha conseguido mucho dinero haciendo negocios. Después de su fallecimiento, una enfermera escucha las conversaciones entre los parientes de Prim y descubre que lo único que quieren es la herencia. Por esto, llama al notario y le advierte de la situación, lo que provoca que todos sean desheredados. La única pariente que queda viva es Pastora Heredia, una nieta que nunca conoció que vive sola en la lejana España criada por un grupo de gitanos. Pastora, al enterarse de que es la heredera universal decide cruzar el charco para solucionar la situación y descubre que su abuelo no está muerto.
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