Crítica de SensaCine.com para Escuadrón de élite: Thriller, casi, crepuscular

En un momento de Escuadrón de élite, Becker (Thierry Neuvic), se dirige a los hombres de su departamento para presentarse como nuevo jefe a la vez que para recriminar a la unidad comandada por Serge Buren (Jean Reno) que no deben seguir actuando como están haciendo, esto es, a su libre albedrío, usando procedimientos poco comunes, algunos incluso fuera del reglamento. ‘Esto es Francia, no Estados Unidos’, dice en un momento determinado.

Pero Benjamin Rocher, director de la película, no ha tenido claro eso, y ha construido una película que de principio a fin y en cada uno de sus elementos bien podría trasladarse la acción a cualquier ciudad de Estados Unidos; o de otro país. También es cierto que como película de género, es algo que viene implícito de alguna manera. De hecho, estamos ante el remake de la película The Sweeney, dirigida en 2012 por Nick Love e interpretada por Ray Winstone, y que surgía a su vez de una exitosa serie británica de los setenta. Pero lo cierto es que la cinematografía francesa, a lo largo del año, produce un buen número de películas dentro del policiaco, algunas incluso muy buenas, otras meramente productos de entretenimiento, como Escuadrón de élite, que es pura y simplemente lo que parece ser: una película bien armada en su planteamiento argumental, con alguna sorpresa argumental para introducir drama, la dosis suficiente de humor para rebajar la tensión y, finalmente, acción, mucha acción, con algunas secuencias, incluso, bien armadas, como el tiroteo por las calles de la ciudad. Los destrozos urbanos y la de vidas puestas en peligro, eso sí, es sorprendente.

Sin embargo, Escuadrón de élite reserva cierta sorpresa a través del personaje interpretado por Reno, quien, sinceramente, no está a estas alturas para pasar por héroe de acción. Pero esta carencia la absorbe muy bien el personaje con esos andares torpes y cansados. La película, a través de Buren, posee un tono crepuscular, de héroe acabado, cuyas formas de actuación no tienen ya lugar en la sociedad, que, además, se acaba enfrentando a una dura pérdida. De hecho, la película de Rocher, quizá por casualidad, recuerda en estructura y algunos elementos al western: en varios momentos se refieren a Buren como ‘llanero solitario’. En fin, un arquetipo que en manos de Reno tiene personalidad, algo de gracia.

Aunque comienza con un tono desinhibido, casi satírico, la película al final se va introduciendo en derroteros muy serios, en determinados momentos, demasiado. No hay nada nuevo, ni nada renovador. Todo se rige por lo establecido, por unas coordenadas narrativas y visuales que Rocher sabe manejar bien, aunque sin personalidad alguna. Tampoco se tiene la impresión que con Escuadrón de élite hayan intentado hacer lo contrario. Correcto cine de acción y punto.

Lo mejor: Reno y Caterina Murino, que imprime a la película un toque sensual en el tono macarra de la película.

Lo peor: Lo insípido de la propuesta en general, que es fácil entrar en ella y mucho más salir al final, sin más.