Opiniones sobre Día de Patriotas

"Día de Patriotas" es un impactante thriller dramático basado en hechos reales, dirigido por Peter Berg, y protagonizado por Mark Wahlberg. Basada en el atentado de la Maratón de Boston del 2013. Cuando unas bombas explotaron en la recta final del maratón causando tres muertes y cientos de heridos. La historia se contará desde la perspectiva del oficial de policía Tommy Saunders (Mark Wahlberg), que investiga los acontecimientos del acto terrorista, ofreciendo una exhaustiva narración de la persecución que se llevó a cabo por la ciudad para dar caza a los responsables del atentado. Peter Berg recurre nuevamente quizá a su actor preferido, para hacernos vivir un drama que por si solo puede herir muchos sentimientos por la extrema consecuencia que puede traer un hecho como el contado en la historia de esta cinta. Podría definirlo como: “El drama desde Dentro” las historias van un poco más allá del hecho en sí mismo, sino que hilan de forma ordenada las vidas antes y después de un hecho que marcó en cierto modo, la historia americana después del 11-S. Para nadie es un secreto que la Maratón de Boston, es una de las carreras más legendarias del mundo y congrega a cientos de corredores de todo el mundo y quizá por eso, este film tiene un contexto dramático desde el punto de vista humano aunque dentro de lo que podría haber sido, poco consuelo para las víctimas de este tipo de situaciones.

La película agradece ese toque sutil que Berg usó para hacernos llegar varias historias al mismo tiempo. Más allá, de que me halla parecido una "americanada más", también es cierto que la sutileza, el respeto y realidad que se le dio al film, merecen un visionado. Quizá la historia me gustó porque mezcla no sólo ese instinto americano de venganza. Sino que va uniendo de forma correcta las historias de persecución, cacería, que son muy del estilo de las historias cruzadas de las víctimas inocentes que lamentablemente, suelen ser muchas. El guión argumental me pareció muy interesante. Va lanzando unos cuantos mensajes importantes que si estás atento, podrías encontrar varias denuncias no sólo enalteciendo a los americanos, sino buscando crear una conciencia de un hecho con el llevado a la pantalla. Una película que ha cosechado buenas críticas en general y no es para menos, ya que han llevado al cine una buena adaptación de lo que ocurrió en los atentados de Boston, ofreciendo un filme por momentos cruel, aterrador y representando cómo ocurrió todo y posteriormente y mediante las investigaciones de Tommy Saunders, descubrir quiénes han sido y darles caza por la ciudad de Boston.

Cuando comienza la persecución, el montaje se convierte en un torbellino mezclando con mucha inteligencia material de archivo real, cámaras de vigilancia (bancos, gasolineras, restaurantes...) inquietantes tomas aéreas, cámara en mano, con pasmoso trabajo aunando lo humano, dramático, con la acción, con la odisea epopéyica de la persecución. Sin embargo, también tenemos contada la historia desde el punto de vista de los terroristas, y lo que hicieron o lo que se cree que hicieron, con una recta final idéntico a lo que fue en la realidad, además de poner las imágenes reales de los responsables y un discurso final de las víctimas que te ponen los pelos de punta. la película se mantiene fiel a la realidad con un tono neutro que hace que el espectador pueda comprender la situación y sobre todo las decisiones que se toman. El director, posiciona la cámara con sabiduría siguiendo siempre la acción de cerca. Es como si el espectador estuviera dentro de todo. Aún sabiendo, que la bandera del patriotismo terminará apareciendo, la cinta es contenida mostrando sentimientos, con muchos momentos emotivos y sus imágenes finales como he mencionado antes, no hacen más que confirmar que su propósito es más un homenaje a la ciudad y a sus ciudadanos, que una simple narración del fatídico día.

Las actuaciones son correctas, Mark Wahlberg encarna al experimentado y trabajador policía Tommy Saunders, que se postula como el reflejo perfecto del "currante" de barrio residencial de clase media. Su personaje es el único inventado para la ocasión, al igual que su sufrida esposa Carol Saunders, interpretada por Michelle Monaghan. A pesar de ello, los personajes inventados no entorpecen ni varían los hechos relatados. Todos ellos están presentados de forma paralela e inconexa en los primeros veinte minutos del filme. En el que podemos ver a otros policías, como Jeffrey Pugliese el encarnado por J.K. Simmons, o Ed Davis interpretado por John Goodman. A agentes del FBI como Richard DesLauriers, el personaje de Kevin Bacon. A diferentes supervivientes como Jessica Kensky y Patrick Downes, el matrimonio encarnado por Rachel Brosnahan y Christopher O'Shea, respectivamente. Así como a los dos terroristas, Tamerlan Tsarnaev y Dzhokhar Tsarnaev, llevados a cabo por Themo Melikidze y Alex Wolff.

En definitiva, es una película emocionante que consigue mantenerte en tensión sin pestañear, y que sirve para extrapolar ese suceso a cuántos otros ocurren en el mundo con mayores estragos y más víctimas pero sin esa repercusión de los medios. Y, que estos sucesos pasen a formar parte de las noticias diarias. Nos habla de la demencia de los fanatismos, de solidaridad, de humanidad, del horror que habita en mentes planas, de la capacidad de superación del ser humano, del espíritu indomable de supervivencia y de superar obstáculos, además de un demasiado subrayado mensaje de amor.

Día de Patriotas (2016).
Peter Berg, el conocido actor/director/guionista responsable de cintas tan distintas como "La Sombra del Reino", "Hancock" o "Battleship", vuelve a contar con Wahlberg (ya lo hizo en "El Único Superviviente" y en "Marea Negra") para narrar lo acontecido en el atentado de Boston en 2013.

Filmada en plan documental para dar más verosimilitud y realismo a la historia, la película, sin ser espectacular como otras obras del realizador, no aburre en sus más de dos horas de metraje gracias a la trama, la búsqueda de los terroristas y la interpretación de los secundarios que acompañan al protagonista (un sargento de la policía mezcla de varios auténticos agentes que vivieron el sangriento hecho). Entre estos secundarios se encuentran el "gran" John Goodman (más delgado para la ocasión), Kevin Bacon (como un agente del FBI), el infalible J.K. Simmons (desde Whiplash no me pierdo una suya) y la preciosa Michelle Monaghan (Noche de Venganza).

Dentro de su género, y teniendo en cuenta que Peter Berg es más patriota que la bandera yankee, con lo que ya podéis imaginar como adorna siempre sus obras, el título que nos ocupa es recomendable, y la historia parece que es bastante cercana a la realidad a tenor de lo mucho que la estudió y se documentó.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6

Cualquier bondad de la película queda ocultada por el maniqueismo más atroz que propone un patriotismo exacerbado del modo de vida norteamericano. El pais más belicoso y violento del mundo dando lecciones de amor, fraternidad y orgullo. No da respiro.

“Patriots Day” Honra A Los Protagonistas De Su Titulo
Peter Berg, hombre de predilecciones trágicamente patrioteras, finiquita la tripleta calamitosa encabezada por su estrella-fetiche Hollywoodense Mark Wahlberg, la cual fue inaugurada en 2013 con “Lone Survivor” y retomada hace tan solo unos años con la trepidante “Deepwater Horizon”, producción nominada en los premios de la Academia por sus constituyentes técnicas. Así que el largometraje que finaliza, aparentemente, esa volición direccional de dramatizar el enfrentamiento de un osado y patrio paladín contra dolorosos infortunios es, irónicamente, “Patriots Day”, oda con mensajes ambiguos y pretensiones desviadas que retrotrae el sentimiento de unidad y tesón que surgió el 15 de abril de 2013 mediante un docu-drama y thriller de extensísima duración y ritmo un tanto sosegado, que no emplea todas sus opciones por mor de una labor de edición arrítmica, una guisa de dirección poco estratégica y una hilo narrativo deslavazado, al menos, con respecto a la babel de personajes secundarios y falencias predecibles, teniendo como prueba las precedentes obras de este patriótico y escueto realizador.
Boston, concomitantemente ciudad de origen del actor protagonista, ha sabido recomponerse de un par de zambombazos que desplomaron a una comunidad asentada, a unos civiles probos y en términos genéricos, la tranquilidad de la población estadunidense en su plena extensión. El ataque terrorista, perpetuado por un kirguistáno y un soviético con dos artefactos explosivos de fabricación artesanal, que sacudió la añal y tradicional Maratón de Boston, aconteció el 15 de abril de 2013 cerca de la línea de llegada. ¿Y qué señuelo más consuetudinario y apiñado por el fervoroso sentido patriótico que una competición atlética americana para congregar ponderadamente a un inconmensurable aluvión de lívidos rostros alrededor de dos explosiones animadas por la animadversión-detonaciones que dejaron como victimas fatídicas a Martin Richard, Krystle M. Campbell y Lü Lingzi y a más de 282 heridos? Pues acerca de este episodio que dejo cicatrices en la piel del pueblo bostoniano se emplaza el relato de Berg y Wahlberg, sin embargo, y paradójicamente, el actor líder para la historia es el único personaje apócrifo (inspirado en varios oficiales que participaron en los rescates) dentro de todo ese mar de realidades. Tommy Saunders es un dipsómano sargento, quien para volver a estar activo en la asignación de casos de verdadero calibre, debe ser el responsable de patrocinar el evento atlético más importante para su pueblo, con no solo un hinojo magullado, también su ego.
Pese a la menguada pericia, el director comprende de antemano qué es lo que quiere y qué utensilios son imprescindibles para llevar a cabo su cometido: rendir homenaje más que a las víctimas, a los linces caballeros con una sesera impresionante, la cual les contribuyo a no perder los estribos en medio de semejante vorágine de vesania. Apreciable es mediante el enfoque consagrado a los personajes de complemento, advirtiendo un heteróclito y pedestre tiento con respecto a las exposiciones y correspondientes efemérides de aquellos damnificados por el verificado atentado terrorista, afectados tales como una zagal pareja de enamorados, un padre y su hijo pequeño o la propia regenta del protagonista, personajes con una introducción y conclusión tan constreñida como insatisfactoria. En la otra cara de la moneda se encuentran los salvadores, los protagonistas de la odisea, capitaneados por Wahlberg, interprete que ha tejido una consistente camarería laboral con Berg por mor de los servicios prestados y que alcanza su mejor ejecutada actuación de la tripleta fílmica, considerando el sobreactuado aleccionamiento antiterrorista impropiamente maniqueo y ramplón que manifiesta el aberrante apaño de los guionistas por incorporar un requerido mensaje esperanzador y educativo (la manida sentencia: “El amor vence al odio”), un actor que continua su periplo interpretativo con rumbo a la Ítaca, la cual simboliza la agudeza que solo la experiencia puede conferir: la aprehensión de que menos, en ocasiones, es más. Junto a él están fidedignos titanes de la materia que van desde J. K. Simmons hasta Kevin Bacon, desde Michelle Monaghan hasta John Goodman, unos personificando a investigadores, otros en papeles de intervinientes, guardando como factor común la necesidad de rendir tributo a los verdaderos héroes terrenales.
El guión, plagado de posibilidades, solamente consigue relucir un par de ellas, dejando en el aire el potencial de otras que, con un pulido diferente, hubieran hecho de las delicias de los más quisquillosos. Influenciado por el libro “Boston Strong” de Casey Sherman y Dave Wedge, se compone de un mosaico de ideas provenientes de tres escritores, teselas ideológicas que, en la mayoría de las veces, no concluyen en algo realmente óptimo. Lastimosamente, esta hace parte de “la mayoría de las veces”. El filme expele máximas que terminan cayendo en la cursilería debido a que no tienen un sentido directivo, no se prestan como engranajes entre el desarrollo de los hechos y el efecto. Empero, a grandes rasgos, el argumento está bien trazado, sirviéndose con autoconciencia de subtítulos- en ocasiones de manera abusiva- para transfigurar esta película de corte bajo en una especie de documental cinematográfico de primera línea.
En cuanto a la recreación de los acaecimientos, la cual era una de las disposiciones más atractivas y magnéticas para la audiencia, decentemente erigen la hecatombe y la agonía presenciada unos años atrás. Apostando por balaceras y cazas ejecutadas con cámara en mano, estas resultan en una desprolijidad que se torna decepcionante, la fluctuación del camarógrafo puede ser palpable en algunas tomas, alivianando la exigua belleza en medio de tanta monstruosidad humana. Sin embargo, hay escenas fantásticas como el momento posterior a la explosión desde un ángulo cenital en donde la humareda emanada de la bomba casera permite entrever a las victimas desplomadas o arrodilladas en la aspereza del asfalto, una endecha hermosa y luctuosa al mismo tiempo, no obstante tristemente, panoramas como estos están contados con los dedos de una mano.
Peter Berg cumple, a secas, su incumbencia: homenajear, meramente eso. No se convertirá en una clásico apremiante sobre debacles norteamericanas, ni tampoco acerca de la batalla de un hombre por salvar a su gente, y quizás, tampoco tendrá cabida en la avalancha de premios venideros, empero, lo que importa aquí es la meta del propio director: honrar a quienes legítimamente estuvieron en las garras del humo, del fuego, de la turbación. Agente del FBI, espectador, corredor, yanqui, latinoamericano, occidental, de raza amarilla, chaveo, infante, anciano, menesteroso, acaudalado, desmañado, intelectual: humano, todo se condensa en eso, todos somos humanos y tenemos que respaldarnos en tiempos de cólera, para así conservar nuestra especie. En el fondo, ese es el mensaje moral del largo, y aunque este aura no logro englobar el hecho en su totalidad, por lo menos consiguió comunicar lo que generó la tragedia, la cual, por infortunio de los atacantes, tuvo secuelas contraproducentes ya que las bombas no nos dividieron, estas nos unificaron.

Buena película basada en hechos reales sobre los atentados de la maratón de Boston. Se puede decir que es una película coral en la que se cruzan los distintos afectados y entre ellos Mark Whalkberg en el papel protagonista, junto con Kevin Bacon del FBI o la actriz Michelle Monaghan de mujer de Mark. Con secundarios de lujo como John Goodman y J.K. Simmons.

La pelicula nos cuenta la historia de las personas que sufrietron un ataque terrorista y la investigacion policial que hubo despues, al principio es lenta pero luego se anima

Los hechos están muy claramente grabados en nuestras mentes: en el Día de los Patriotas, el 15 de abril de 2013, cerca de la meta del maratón de Boston, dos bombas de la olla a presión explotaron con aproximadamente 12 segundos de diferencia, matando a tres civiles e hiriendo a aproximadamente 264 personas. Otros causan la pérdida de sangre y extremidades. La posterior persecución de 100 horas de los terroristas terroristas, los hermanos chechenos Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, se promulga en el Día de los Patriotas, un docudrama crudo, fascinante y emocionalmente desgarrador de Peter Berg y el productor estrella Mark Wahlberg. El director y su estrella homeboy de Boston, que colaboraron de forma laudable en los dramas de la vida real de Lone Survivor 2013 y en Deepwater Horizon de este año, no se centran excesivamente en los bombarderos y el extremismo islámico que los motivó. En cambio, honran el heroísmo de los oficiales locales de cumplimiento de la ley, los socorristas y los ciudadanos de todos los días cuyo trabajo de equipo llegó a definir la frase "Boston Strong".

Los hechos están muy claramente grabados en nuestras mentes: en el Día de los Patriotas, el 15 de abril de 2013, cerca de la meta del maratón de Boston, dos bombas de la olla a presión explotaron con aproximadamente 12 segundos de diferencia, matando a tres civiles e hiriendo a aproximadamente 264 personas. Otros causan la pérdida de sangre y extremidades. La posterior persecución de 100 horas de los terroristas terroristas, los hermanos chechenos Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, se promulga en el Día de los Patriotas, un docudrama crudo, fascinante y emocionalmente desgarrador de Peter Berg y el productor estrella Mark Wahlberg. El director y su estrella homeboy de Boston, que colaboraron de forma laudable en los dramas de la vida real de Lone Survivor 2013 y en Deepwater Horizon de este año, no se centran excesivamente en los bombarderos y el extremismo islámico que los motivó. En cambio, honran el heroísmo de los oficiales locales de cumplimiento de la ley, los socorristas y los ciudadanos de todos los días cuyo trabajo de equipo llegó a definir la frase "Boston Strong".

Dia de patriotas es una pelicula que sin ser el mayor entretenimiento en la tierra o ser una pelicula fidedigna de un hecho tragico , termina por ser una comoda pelicula que uno puede ver sin preocuparse de la situacion de sus personajes o la desarticulada direecion de Peter Berg . el entramado es simple unos terroristas hacen estallar una bomba en la maraton de boston . Un policia interpretado por uno de los mejores actores de su generacion (Mark Whalberg) . Tendra que atrapar a estos malechores . El mayor problema que le encentro a la pelicula es su mensaje tan oblicuo y vacio , ese patriotismo que deja como legado un puñado de sucias interpretaciones . Berg no esta interesado en contarte un thriller basado en hechos reales , el quiere una pelicula en la que el protagonista acabe con los villanos y ese es Mark Whalberg.