Crítica de SensaCine.com para Sound of Metal: Cómo retorcer un 'happy end' aceptando que en la vida no existe

Sound of Metal es el primer largometraje de ficción dirigido por el cineasta norteamericano Darius Marder, quien también se encarga de adaptar el guion, algo sobre lo que ya tenía experiencia tras su trabaho en la bastante potente Cruce de caminos (2012) de Derek Cianfrance. Y una de las mayores alegrías que me he llevado en las nominacionesa los Oscar de 2021. Porque la película, estrenada en Amazon Prime Video, es una de las mejores películas del año pasado y, sin embargo, su estreno -como suele pasar en las grandes plataformas- pasó realmente desapercibido.

Si El padre es un ejemplo de película-enfermedad con la que me cuesta mucho congeniar, ésta sería exactamente la versión positiva de aquella: una película que se adentra en la lucha interna de un hombre enfermo.

MÁS ALLÁ DEL DRAMA

Cuenta la historia de un batería de black metal, protagonizado por Riz Ahmed, que pierde el oído de forma radical y tendrá que hacer frente a su futuro profesional y personal como músico. Pero en vez de ahondar en su miseria, un recurso fácil para enfatizar el drama, se revuelve contra sí mismo.

La película talla el drama a medio camino entre la solidaridad, de las que buena muestra son todas las secuencias en el centro de ayuda a discapacitados que considero puro oro, la rabia -la mirada de Riz Ahmed cuando lucha a la desesperada consigo mismo ya le debería valer el Oscar- y la aceptación. -o cómo retorcer un happy end aceptando que en la vida no existe, ni existirá nunca, tal cosa-.